La puja independentista entre ERC y Junts sube el precio de la investidura
El objetivo de los secesionistas siempre es la Generalitat y el Congreso, solo un escenario más de la 'batalla'
Los pinganillos y la amnistía son medallas para Puigdemont, a los que su rival responderá con más exigencias
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Iniciar sesiónCuando el martes, desde un hotel de Bélgica, Carles Puigdemont puso las condiciones de Junts para sentarse a negociar la investidura de Pedro Sánchez -no para dar el 'sí', cabe recordar- también dejó claro en su discurso que, seis años después de los hechos ... de 2017, la estrategia correcta para los intereses independentistas fue la que escogió él, fugándose de España, y no la de Oriol Junqueras, entonces su lugarteniente en el Govern y líder de ERC, ahora sin peso político en el panorama catalán, aceptando un proceso judicial.
España -dijo Puigdemont esta semana- o repite elecciones o «pacta con un partido que mantiene la legitimidad del 1 de octubre (de 2017) y que no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer sus derechos». Unas palabras destinadas al electorado secesionista, por el que compiten Junts y ERC (y la CUP, en menor medida) en una alocada puja por demostrar quién es más nacionalista, quién más 'puro', quién más válido para sus intereses.
No hay declaración, gesto, iniciativa o proyecto político de los dirigentes de ERC y de Junts que no tenga en mente el control de la Generalitat. El resto de ámbitos (Madrid, principalmente) son solo tangenciales a su razón de ser. Así, tras una legislatura en el Congreso en la que el PSOE no necesitó a Junts, le bastaba solo pactar con ERC (como partido independentista catalán), el mapa cambió el 23J.
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Ahora, Sánchez necesita a los dos. Y la competencia que arrastran desde hace lustros se ve reflejada en las exigencias para la investidura. Al final de su intervención del martes, el ex presidente de la Generalitat añadió: «Llevamos años defendiendo esta posición, y por esto hemos tenido que tomar decisiones muy difíciles y a veces poco comprendidas». Decisiones que concretó: el «exilio» -dijo-, no participar en la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat, no votar los presupuestos del Govern catalán, no apoyar la reforma del Código Penal que elimina el delito de sedición y rebaja la malversación...Medidas e iniciativas que contaron con la participación y el impulso de ERC y son medallas para los del presidente autonómico, Pere Aragonès (ERC). ¿El motivo de esta decisión de Junts? «Porque entendíamos que no servían para resolver el conflicto, como por otro lado ha quedado demostrado».Así parece ser.
Puigdemont ya ha conseguido introducir los pinganillos en el Congreso -una muestra evidente de hacer desaparecer el concepto de lengua común y marcar las diferencias entre los ciudadanos- y que el catalán se pueda utilizar en el Parlamento Europeo a pesar de que no es lengua oficial en toda España. Y esto sin sentarse a negociar, todavía, los términos de la investidura, para lo que se necesitará la aprobación de una ley de amnistía, fijar «un mecanismo de mediación y de verificación» -se entiende que internacional- y que el Ejecutivo en funciones ordene a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado el «abandono completo y efectivo de la vía judicial contra el independentismo».
«Hegemonía en Cataluña»
«La sensación es que el único que sabe negociar ante el Estado es Puigdemont y Junts. Esto está calando en el electorado independentista, alarmantemente para ERC», apunta Toni Aira, profesor de Comunicación Política de la Universidad Pompeu Fabra-BSM. Y esto tendrá una consecuencia directa: ERC subirá el precio de sus votos (imprescindibles para Sánchez) en el Congreso. «Nunca hemos de olvidar que cualquier interpretación, a la hora de analizar la pugna entre ERC y Junts, pasa por la lucha por la hegemonía en Cataluña de estos dos partidos», concreta Alfons López Tena, ex diputado autonómico de Solidaritat per la Independència, también en declaraciones para ABC. Y añade: «La investidura de Sánchez es un campo de batalla más». Una idea que comparte con Aira. «ERC intentará sacar la cabeza y poner sobre la mesa que ellos también condicionan a Sánchez. Planteará nuevas reivindicaciones y señalará que las que consigue Junts es porque ellos ya lo habían trabajado antes con el PSOE. Pero lo tienen muy difícil. Por lo que serán más exigentes en sus condiciones», incide el profesor universitario y autor de la obra 'La otra guerra de sucesión. La hegemonía más disputada' (Catarata, 2020), libro en el que detalla la pugna entre ERC y Junts (antes CiU) por el control del poder.
López Tena, que fue durante siete años miembro del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de CiU, pone el foco en otro asunto. Si el objetivo es la Generalitat, ¿le interesa a Puigdemont su 'sí' a la investidura? «Si hay investidura será, en principio, aparcando el referéndum, por el que Puigdemont pasó de puntillas en su conferencia de Bélgica. La amnistía, al margen de su complicación para ponerla en marcha, sí es un triunfo para Puigdemont. Pero si el PSOE no cede el referéndum, le interesa votar 'no' a Sánchez y presentarse en 2025, en las elecciones al Parlament, con el catalán en el Congreso, la amnistía y la negativa al referéndum», reflexiona.
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«Es una competición por el control de la administración de la Generalitat. El procés, entendido como esta puja por ser más independentista que el otro, no ha acabado. Y mientras exista esta competencia, habrá procés», interviene Astrid Barrio, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Valencia y miembro del consejo asesor de Aragonès para la elaboración de una propuesta de 'acuerdo de claridad' para un referéndum.
Barrio considera que la situación para el PSOE es «muy complicada», ya que tiene que dar respuesta, si quiere conseguir la investidura, a dos partidos que compiten entre ellos. «No puede ningunear a ERC, tiene que ser cuidadoso con las formas y satisfacer también a Junts», señala, y no descarta que lo mejor para Sánchez sea una repetición electoral. Estudiosa de esta contienda entre los dos polos secesionistas -tiene varios 'papers' y obras sobre el tema-, sitúa el origen de esta puja en los años previos a la propuesta de reforma del Estatuto presentada por Pasqual Maragall (PSC), que acabó con la pérdida del control autonómico por parte de CiU y la aparición de ERC como rival directo de los de Jordi Pujol.A pesar de tener la Generalitat, el 23J dejó fuera de juego a ERC. López Tena: «No tienen nada que hacer. Si Junts apoya al PSOE, ERC dirá 'sí'; si Junts no inviste a Sánchez será el caballo ganador para 2025. Puigdemont jugará sus cartas como mejor le vaya para las elecciones al Parlament».
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