Mas hizo doblete, y con acento catalán

Muy diferente fue el estallido de aplausos que la grada le dedicó al nuevo ganador, y no eran Xavi, ni Piqué, ni el propio Guardiola . Artur Mas hizo acto de presencia en el graderío y recibió los parabienes y las salutaciones de decenas de personas. Mas se daba el segundo baño de multitudes en pocas horas y se desquitaba con la política, tras siete años ejerciendo la oposición en la sombra, y con el fútbol, ya que disfrutó como un niño con los cinco goles de su querido Fútbol Club Barcelona. No faltaron a la cita futbolística ni un escurridizo Josep Lluís Carod-Rovira , aún vicepresidente del Gobierno catalán en funciones, el presidente del Parlament, Ernest Benach, o el alcalde socialista de Barcelona, Jordi Hereu.

Pero fue a Mas a quien buscaban todos los focos. Él prefirió mantenerse en un discreto segundo plano, aunque sí saludó a Rosell y al propio Pérez, antes de someterse a la pregunta obligada de los medios de comunicación: "Espero el doblete con la victoria nuestra y la del Barça", dijo . Y acertó. Mas estaba radiante. Había dado dos veces en la diana, y con acento catalán.