Iñigo Urkullu es investido lendakari para la «reconstrucción» del País Vasco tras la pandemia

La votación se ha saldado con 40 votos a favor de Urkullu, 21 a favor de Maddalen Iriarte (EH Bildu) y 13 abstenciones.

Urkullu desgranó esta mañana el programa de Gobierno de PNV y PSE, un documento que no se había hecho público hasta hoy y que se erige sobre cuatro pilares: prosperidad, personas, planeta y autogobierno. La máxima del futuro Gobierno vasco será la de afrontar los «retos» del territorio mirando «hacia adentro» pero proyectándose hacia el exterior . En el horizonte se encuentra la actualización del «estatus» vasco, algo que en último término deberá ser ratificado por la ciudadanía a través de un referéndum.

[Lea aquí el texto íntegro del acuerdo de Gobierno]

En el texto del acuerdo, que consta de 91 páginas, PNV y PSE delegan en los partidos del Parlamento «y no en el Gobierno, que se sentirá vinculado», las decisiones que se adopten respecto al nuevo Estatuto autonómico . Un debate que genera fisuras en la coalición, tal y como reconoció esta misma semana el presidente de los nacionalistas, Andoni Ortuzar: «No tenemos un acuerdo al 100%», resumió . En cualquier caso, tal y como hicieron en 2016, ambos partidos vuelven a concederse «libertad» para defender sus respectivas posiciones.

«Nos encontramos ante la oportunidad de alcanzar un nuevo pacto estatutario de futuro que reconozc a nuestra realidad nacional , la singularidad del autogobierno vasco, asiente una relación bilateral con el Estado y favorezca la presencia y proyección internacional de Euskadi», ha afirmado Urkullu durante su discurso del pleno de investidura que tiene cabida hoy en el Parlamento de Vitoria. En este sentido, ha añadido que la relación entre la autonomía y el resto de España debe abordarse «desde los principios de reconocimiento muturo, lealtad, respeto institucional, cooperación y mecanismos bilaterales».

Ha añadido que la política y el derecho constituyen el binomio «que permitirá avanzar en el debate territorial», y ha subrayado la necesidad de que el procedimiento tenga lugar en un escenario de «seguridad jurídica» .

Urkullu, que ha acudido al pleno con la tranquilidad de tener garantizada la investidura —la alianza de PNV y PSE le otorga la mayoría absoluta—, ha expuesto las claves de un acuerdo marcado inevitablemente por la crisis sanitaria del coronavirus. «Vienen años muy duros. Las consecuencias económicas son tremendas no solo por la caída de la actividad que obliga al reajuste permanente de todas las previsiones, sino por su impacto en el empleo», ha asumido el líder nacionalista.

En este sentido, ha vaticinado que el ciclo político que ahora se inicia será conocido como «la legislatura de la Covid-19», y ha advertido de que la lucha contra la pandemia y contra sus consecuencias en la economía y el empleo «durará estos cuatro años».

Urkullu ha tendido a la mano a la oposición porque, pese a la mayoría absoluta que tendrá su Gobierno, «es tiempo de dialogo, negociar y acordar» y porque la actual crisis requiere de «la máxima responsabilidad» del Ejecutivo, de los partidos y de los ciudadanos.

Paralelamente, ha apelado a la colaboración y responsabilidad de la oposición para responder a la «aguda y profunda crisis» en la que se ha sumido la Comunidad Autónoma como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Además, ha anunciado que pondrá en marcha reformas urgentes para superar esta grave situación que tendrá su «más dramático exponente en la vertiente social».