Una explosión provocada por una estufa de leña acaba con la muerte de un niño de 10 años y su tía abuela en un pueblo de Badajoz

Castilblanco, un pequeño municipio de apenas 900 habitantes de La Siberia extremeña, ya ha decretado oficialmente dos días de luto. Su alcalde, Eusebio Fernández, admite a ABC que «nunca se había visto nada igual».

El primer edil cuenta que la mujer que ha fallecido en el incendio vive por temporadas en el pueblo y que, en esta ocasión, el niño y el padre estaban de visita el fin de semana.

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Los vecinos, los pocos que advirtieron que ocurría algo –todo tuvo lugar entre las 4.00h y las 05.00h– escucharon «una explosión», que, al parecer, según las primeras informaciones, estaría provocada por una estufa de leña, de acuerdo con fuentes consultadas por este diario.

Estas mismas fuentes apuntan que el padre, trasladado de urgencia al Hospital de Talarrubias, fue «rescatado por un vecino» cuando las llamas ya estaban provocándole heridas. La vivienda, una casa «humilde», ha quedado carbonizada. A media mañana de este domingo todavía estaban desprendiéndose partes del tejado.

El 112 recibió una llamada para alertar de las llamas y movilizó hasta el lugar a efectivos de los bomberos CPEI de la Diputación de Badajoz de los parques de Herrera y Castuera, patrullas de servicio de la Guardia Civil y dos ambulancias del Servicio Extremeño de Salud (SES), una medicalizada y otra convencional desde el PAC de Valdecaballeros.