La Policía deja de buscar al sobrino del conductor portugués que tiñó de muerte la boda gitana de Torrejón

Desde el primer momento, los efectivos del instituto armado informaron de que un cuarto sujeto había huido, por lo que se barajó la posibilidad de que detrás estuviera el citado joven luso. Fuentes municipales han señalado que este individuo no está empadronado en la localidad toleadana ni habría realizado gestiones oficiales bajo el nombre de Israel Bruno. Respecto a las causas del origen de la refriega, pierde fuerza la teoría de que los atacantes robaran parte de lo recaudado en la 'manzana', algo más de 3.000 euros que aparecieron tirados debajo del asiento del conductor. Los investigadores tratan ahora de dilucidar la procedencia del dinero. El hecho de que esta rama de los Da Silva no estuviera invitada al convite, aunque sí a la ceremonia previa, motivó el primero de los conflictos.

Los cuatro sujetos acudieron hasta el restaurante El Rancho, ya de madrugada, y entraron al local a sabiendas de la negativa de los familiares del novio. Un posible lío amoroso o simplemente el cortejo del sobrino a la novia tiempo atrás habría motivado la repulsa, por lo que al advertir su presencia varios de los asistentes los acompañaron a la salida para pedirles que se marcharan. Ya en la calle, comenzó una pelea en la que se propinaron patadas, puñetazos y se arrojaron botellas y piedras.

Las pesquisas buscan arrojar luz sobre lo que pasó después, si bien los Da Silva se refugiaron a la carrera en el Toyota Corolla y pisaron el acelerador llevándose a sus enemigos por delante; o, por el contrario, se marcharon tranquilamente y esperaron agazapados para arrollarlos sin amenaza aparente y con las luces apagadas. En cualquier caso, los tres arrestados declararon por separado haber sido tiroteados antes de la embestida. La Científica, sin embargo, no encontró marcas de bala en el turismo.

En diversos vídeos divulgados en redes sociales, se observa a los asistentes celebrar el enlace en el interior del restaurante en total normalidad. Todos bailan, cantan y los niños corretean al ritmo de la música flamenca, sin sospechar lo que pasaría poco después.

La primera llamada de emergencia se produjo a las 2.44 horas. Los facultativos certificaron cuatro óbitos y trasladaron a cuatro heridos graves, dos hombres de mediana edad con fracturas en la pierna y en la pelvis, y dos mujeres aquejadas de sendos traumatismos craneoencefálicos. El número de atenciones lo completaron tres varones, también conducidos a centros hospitalarios por fracturas y un traumatismo craneoencefálico leve, y una joven que resultó dada de alta en el lugar por policontusiones.