De insultos, traiciones y lágrimas: la foto de Cibeles antes del 28M
El último pleno del Ayuntamiento de Madrid cierra el mandato con CS roto, PP y Vox enzarzados y varias despedidas
Almeida toca la mayoría absoluta en Madrid y se asegura la Alcaldía
Madrid
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Iniciar sesiónEl carmenista Luis Cueto, una de las lenguas más afiladas del Ayuntamiento de Madrid, ha sido el primero en comparecer en el día grande de la política madrileña. En cada mano cargaba dos pilas de documentos, como paquetes de mensajería, que ha dejado con un ... golpe seco sobre la tribuna. «Me llena de orgullo y satisfacción anunciarles que aquí están 8.000 firmas, una a una», ha proclamado. Las rúbricas del concejal, que se presentará a las elecciones del 28M con un partido tapadera, oficialmente no sirven para nada.
El secretario del pleno dictaminó que, para concurrir como agrupación de electores, la fórmula inicial antipolíticos que pregonó Cueto debía adjuntar las copias del DNI. Pero solo el 30% de las firmas recabadas están acompañadas de DNI, el plazo electoral terminaba y Cueto, ex jefe de gabinete de Manuela Carmena y díscolo de su sucesora y líder de Más Madrid, Rita Maestre, constituyó 'in extremis' un partido para concurrir a las urnas. Cueto ha presumido frente a los otros 56 concejales: «Ustedes tienen menos militantes que las firmas que traigo yo aquí».
Poco después, su partido, Recupera Madrid, tuiteaba una foto del edil fumando un puro en la playa: «8.000». Así ha arrancado el último pleno de Cibeles antes del 28M, una sesión de ataques, despedidas, partidos rotos por políticos y políticos que reniegan de los partidos. Una foto final tan sorprendente como el mandato que cierra.
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A un mes de las urnas, estos plenos se desarrollan y se leen en clave electoral. Y el enganche entre el PP y Vox es una de esas claves. «Todo termina, alcalde, como empezó: prometiendo, prometiendo, prometiendo», ha criticado el portavoz de Vox (y vicepresidente del partido a nivel nacional), Javier Ortega Smith. El rifirrafe entre José Luis Martínez-Almeida y su socio de investidura comenzó hace año y medio, cuando Vox se negó a apoyar la ordenanza de Movilidad, que incluía un Madrid Central remozado, y los presupuestos. «El Grupo Mixto ilegal [los carmenistas díscolos de Más Madrid, que formaron su propio grupo a mitad de mandato] es la otra gran mentira de Almeida, que aprovechó para aprobar con ellos la ordenanza de Movilidad y los presupuestos. ¡Qué vergüenza!», ha lanzado Ortega Smith.
En el otro bando, Almeida ha vuelto a acusar a Vox de «votar con la izquierda» y «bloquear la ciudad». El último portazo, además de a la modificación de las normas urbanísticas, atascada desde diciembre por el 'no' de Ortega Smith, ha sido durante el pleno, en contra de un nuevo 'sandbox' de innovación en Villaverde. «Desde hace año y medio Vox ha entendido que su adversario es el PP y no el sanchismo», ha criticado el regidor.
Hace meses que estas declaraciones no cambian: el PP quiere acariciar la mayoría absoluta y Vox busca desmarcarse. El desencuentro se replica en la Comunidad de Madrid. Pese a todo, Ortega Smith, que ha descrito estos cuatro años como «un mandato del engaño y la mentira», pretende formar parte del futuro gobierno de la capital. «Vuelvo a extender nuestra mano sincera al alcalde para formar un gobierno de coalición, antes de crear un nuevo Grupo Mixto, antes de echarse en brazos de la izquierda, antes de gobernar en minoría», ha remarcado en declaraciones a los medios.
Almeida no termina de rechazar frontalmente esa opción. «Es poco creíble que Ortega Smith quiera un gobierno de coalición con un candidato al que ha insultado sistemáticamente y que además vota sistemáticamente con la izquierda cualquier proyecto de calado. Nosotros no queremos un gobierno de coalición porque queremos un gobierno sólido, fuerte y estable», ha zanjado. El PP roza en las encuestas los 28 concejales para la mayoría absoluta, pero los números definitivos pueden ser insuficientes. En ese escenario, necesitan a Vox. O a Ciudadanos, que sueña con arañar 80.000 papeletas después de una larga crisis interna que ha desmembrado el grupo municipal.
Tan desmembrado, que apenas tres de los once concejales de CS repetirán en la lista encabezada por Begoña Villacís. Y dos aparecen en la lista electoral del PP. El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte (número 32), y el responsable de Innovación y Emprendimiento, Ángel Niño (número 25) pasarán a ser concejales no adscritos en los próximos días. Este martes todavía aguantaban, con un perfil bajo, en la bancada de CS. «No son momentos fáciles, y es en estos momentos cuando se ve quién tiene honor, quién tiene palabra, quién es leal y quién huye despavorido ante estas situaciones. Y yo quiero gobernar con esta gente, gente a quien la política no le ha cambiado, gente incorruptible», ha dicho la vicealcaldesa en la tribuna.
Un dardo a los quienes solicitaron su baja de CS y saltaron al PP, a los seis ediles que la plantaron después de su propio coqueteo para integrarse en las filas populares. Tanto la delegada de Deportes, Sofía Miranda, como el responsable del Área de Internacionalización y Cooperación, Santiago Saura, se han despedido este martes de sus compañeros.
Aunque la protagonista del adiós más emotivo ha sido la portavoz del PSOE, Mar Espinar, tras ocho años de trabajo en la corporación. La concejal se marcha a la política autonómica con la llegada de Reyes Maroto, la exministra designada candidata, que ha confeccionado unas listas a medida y relegado a medio grupo municipal. Espinar, en su discurso de agradecimiento, a ratos, con la voz entrecortada, ha incluido a sus rivales políticos, a todas las personas que componen el engranaje municipal, a los periodistas, y ha dedicado unas últimas palabras al alcalde. «Gracias por el cariño y el respeto, gracias por su inteligencia y por no utilizarla para hacer el bien y así dejarme espacio para hacer oposición. Creo que hay un Almeida sensato en el fondo de ese corazón aburguesado. Ha sido un placer debatir con usted».
El pleno entero ha aplaudido. Almeida ha sonreído, y contestado: «Es usted del PSOE pero es de todos. Le deseo larga vida en la política. Mar Espinar es un ejemplo de que puede haber buena política en los tiempos que corren». Más tarde, la concejal del PP, Blanca Pinedo, también ha comparecido por última vez y no ha podido contener las lágrimas. Recesos humanos entre mensajes electorales y acusaciones cruzadas.
Las escisión de la izquierda
Los asientos del hemiciclo no han cambiado mucho en cuatro años, pero las turbulencias han sacudido con fuerza a las bancadas. A CS y a la izquierda. Los carmenistas que rompieron, en abril de 2021, con Rita Maestre por desavenencias internas, entre ataques de «caciquismo» y «transfuguismo», para integrarse en el Grupo Mixto de la corporación, se sientan detrás de los ediles de Más Madrid. Sus excompañeros no se dirigen a ellos en las intervenciones y muchos salen del hemiciclo durante sus turnos de palabra.
Eran cuatro -el edil Felipe Llamas dejó su acta a finales de 2022- y ahora son tres: Luis Cueto, José Manuel Calvo (exdelegado de Urbanismo con Carmena) y Marta Higueras (exvicealcaldesa de Carmena). Crearon una nueva marca, Recupera Madrid, que también se escindió. Higueras se desmarcó cuando propusieron entrar en la batalla electoral como una agrupación de electores, un experimento fallido. La firma de la concejal no está entre esas 8.000 que ha agitado Cueto al inicio del pleno.
En un momento estelar de la sesión, donde se ha debatido sobre okupación, cantones de limpieza y vivienda pública, Félix López Rey ha blandido un cartel de Metro para reclamar un estudio que expanda el suburbano hacia el sur y el este de la ciudad. La propuesta ha salido adelante. El concejal de Más Madrid, que ha arrancado más de una risa, es un histórico activista vecinal y el número dos de Rita Maestre para el 28M. La candidata, de regreso tras su baja por embarazo, ha reprochado a Almeida su «desastre de gestión». Los «arboricidios», los problemas de Bicimad, la expulsión de 50.000 vecinos por los precios del alquiler o la necesidad de convertir Madrid en una ciudad de los 15 minutos (una de las medidas estrella de Maestre de cara a las urnas) son los asuntos que ha debatido el grupo mayoritario en la oposición.
Y Almeida, mientras tanto, ha echado mano de los datos. Madrid es el «motor económico de España», su Producto Interior Bruto (PIB) creció un 7,1% en 2022 frente al 5% nacional, el ayuntamiento ha reducido en 1.000 millones de euros su deuda, ha invertido 1.200 millones en obras y 1.000 millones en gasto social. Aunque metafórico, Cibeles ha dado el pistoletazo de salida de la campaña electoral. Faltan 34 días para votar.
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