Golpe a la banda de Parrales, los aluniceros más activos de Madrid: seis asaltos a gasolineras y bares cada noche

Parrales y su clan suman 115 antecedentes policiales. El líder, por ejemplo, ya fue arrestado hace dos años y medio por la comisión de una veintena de golpes, en los que cayó con uno de sus compinches más conocidos, Rafael García Fernández 'el Rafita', de 35 años y uno de los secuestradores, violadores y asesinos de Sandra Palo, en mayo de 2003.

Otro dato sobre su personalidad es que es primo hermano de Libertad M., que, junto con su pareja, Adolfo V., fue condenada a 18 años de prisión por matar a Iván Toribio, de 29 años, en febrero de 2020. El trasfondo del crimen fue la insistencia de los reos de que la víctima abandonase el piso de la corrala de Anchuelo donde residía y que se encontraba okupada a cambio de 1.000 euros. De hecho, Parrales conoció a sus últimos consortes en el crimen en ese edificio, donde estaba metida gente procedente de Alcalá de Henares y de la Cañada Real.

El experto alunicero es originario de Villaverde, pero se ha criado en la zona de 'Los 200', muy cerca del vertedero de Valdemingómez. Luego, la familia tuvo que dejar Anchuelo, de donde fue desterrada por los clanes de allí, a consecuencia del asesinato.

Pero ya había conformado su nuevo y particular ejército de aluniceros y maceros, ahora desarticulado por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Equipo Roca de la 4ª Compañía de Alcalá de Henares, de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

El eje de actuación de estos ladrones era amplísimo: prácticamente, todos los municipios del entorno de la A-2 (Corredor del Henares), además de los ejes de la A-3 (carretera de Valencia) y A-4 (autovía de Andalucía). Su actividad era vertiginosa, hasta actuar cinco o seis veces en una misma noche, precisan fuentes policiales. Su hora de salir era entre la una y las seis de la madrugada.

Solían ir en dos coches robados, BMW, Audi, Volkswagen y Seat. En uno circulaba el grueso del clan, que eran los que participaban activamente en los asaltos, mientras que otros dos utilizaban el segundo vehículo para 'asegurar' la zona. No es habitual que para hechos de este tipo actúen tantos sujetos a la vez.

También se hacían con los extintores de algunos de los comercios a los que acudían, para vaciarlos (y así ocurrió en alguna ocasión) contra las patrullas policiales que intentaban darles alcance. Era un no parar, con robos prácticamente todas las noches. Además, Parrales sabía hacerse respetar ante sus hombres, por su extraordinario carácter violento.

Uno de los grandes logros de la operación Cerbero Necky no es solo haber arrestado a estos individuos, sino que seis de los siete encartados han sido enviados a prisión por la autoridad judicial. Es más, a fecha de hoy, continúan entre rejas, algo que no es nada habitual en delitos patrimoniales de esta índole .

Tanto es así, que tras la investigación, que culminó en noviembre, toda la zona afectada ha registrado una tasa de alunizajes y mazazos muy inferior, hasta el punto de que la campaña de Navidad ha sido más leve de lo que se esperaba.