La comunidad judía, Medalla de Honor de Madrid: «Agradecemos la solidaridad y la condena de la masacre de Hamás»

Durante su intervención, Estrella Bengio ha recordado el «profundo arraigo de los judíos en Madrid», una ciudad «abierta, plural, diversa y generosa», en la que nació, en 1917, la institución que representa. «Les agradecemos la sensibilidad y calidez que siempre han mostrado hacia nuestro país y nuestra comunidad, y la cordialidad y el afecto que siempre han guiado nuestros encuentros. Y les agradecemos de todo corazón las numerosas muestras de solidaridad que recibimos tras el 7 de octubre y la condena de la brutal e inhumana masacre perpetrado los terroristas de Hamás», ha dicho Bengio.

Almeida ha cerrado una ceremonia en la que se han entregado esas tres Medallas de Honor, otras 14 Medallas de Madrid y el título de Hijo Adoptivo al escritor y premio Cervantes Luis Mateo Díez. El creador del reino de Celama ha sido el primero en subir al atril, se ha cambiado unas gafas por otras —«los años hacen que haya que cambiar las gafas», ha dicho— y ha rememorado su llegada a Madrid, en los años 60. «No sé si [soy] un hijo inmerecido, pero en cualquier caso, colmado de agradecimiento, que Dios os lo pague y me lo tenga en cuenta», ha destacado, «seguro que seré un buen hijo, de esos que no dan disgustos».

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Luego han desfilado los 14 premiados con la Medalla de Madrid, han saludado a Almeida, recogido su galardón, sonreído delante de las cámaras y los aplausos: los representantes de la agencia de noticias Servimedia, de Policía Nacional, Policía Municipal, Guardia Civil, la asociación Adela, la Fundación del Toro de Lidia, Carmen Añón, Acyre, Cristina Oria, Hombres G, Telefónica, Juana Aizpuru, la Chocolatería San Ginés y, a título póstumo, Jesús 'Suso' Garzón Heydt.

El regidor ha celebrado la «fiesta mayor de Madrid» con un discurso optimista, repitiendo «el momento especial» que vive la ciudad. Aunque, antes de la ceremonia, los portavoces del PSOE y Vox han lamentado la postura de Más Madrid, esa ausencia se ha mantenido fuera de su discurso. Almeida ha agradecido el trabajo de la institución premiada con la Medalla de Honor «en la noble tarea de garantizar la continuidad y el florecimiento de la comunidad judía» en la capital. «Hoy, la finalidad de esta concesión es renovar el testimonio de nuestra admiración a esta comunidad», ha asegurado.

Pero el alcalde no ha hecho distinciones: ha dedicado unas frases de agradecimiento y reconocimiento a cada uno de los premiados. El resto de sus palabras han girado en torno a la Constitución y a la figura del Rey, a «recordar el camino que se emprendió hace 46 años, el correcto», el de «la concordia y la convivencia», a señalar que «la vocación que Madrid asume no es sino una prolongación del Rey, nuestro primer vecino». Y ha terminado con una invitación a los asistentes para que siguieran sus gritos: «¡Viva Madrid, viva San Isidro, viva el Rey y viva España!».