Ayuso anula a Vox con una batería de medidas fiscales y profamilia en su discurso de investidura

En ese primer discurso de la nueva legislatura, Ayuso subrayó que el cambio iniciado en Madrid, la «reconquista de la libertad», es «ya imparable en toda España», y anunció que mantendrá una de sus banderas, la bajada de impuestos. Uno de sus compromisos más aplaudidos por la bancada de la derecha fue la reforma de la ley Trans: «No se va a hacer ingeniería social a costa de nadie». Tantas fueron sus medidas sobre familia, natalidad y rebajas fiscales, que copó buena parte del espacio de Vox.

Entre los invitados en el debate de investidura se encontraba el delegado de Gobierno de Madrid, Francisco Martín, que escuchó con cara de póker cómo Díaz Ayuso subrayaba que Sánchez había nombrado cinco delegados en los últimos años, cada cual más activista político, hasta llegar a «la inmoralidad» de decir que Bildu ha salvado más vidas que el Partido Popular. La presidenta madrileña aprovechó para replicar a Sánchez: «Bildu sí está gobernando en España, y han buscado el desprestigio de las instituciones».

Nada más empezar su discurso, Ayuso subrayó que esta región es leal a la Corona. «Me siento personalmente orgullosa de Felipe VI y de su lealtad a los españoles», ha remarcado. En su intervención, confirmó que creará la Consejería de Digitalización en su Gobierno ante los retos que tiene la región. Esa consejería no sumará ni una más, ya que mantendrá las nueve carteras en su Ejecutivo actual. Todo son rumores en los pasillos de la Asamblea sobre la composición del futuro gobierno, sobre el que la presidenta guarda un absoluto hermetismo.

La jefa del Ejecutivo autonómico describió, durante una intervención de cerca de hora y media, los principales retos de Madrid. El primero, el pleno empleo, muy ligado a la digitalización. Se buscará hacer más fácil la relación del ciudadanos con la administración. «Apostamos por una administración cien por cien digital y por una ventanilla única». «El pleno empleo será digital», explicó.

El segundo reto que se marcó es que Madrid sea puntera en investigación y emprendimiento: de hecho, quiere alcanzar para 2030 el 3 por ciento del PIB en inversión en I+D.

El tercer reto de Ayuso es una educación libre, plural y de calidad. «Madrid se ha consolidado como un modelo de éxito, en el que la educación pública, concertada, privada y especial convive sin problemas». En este sentido, defendió profundas reformas para adaptar el sistema a una coyuntura digital.

El discurso de Ayuso estuvo repleto de promesas y compromisos. En materia educativa, garantizó que va a mejorar la dotación administrativa para los centros docentes, para que directores, maestros y profesores vean aliviada su carga burocrática y puedan dedicar más tiempo a sus alumnos. También subirá un 15 por ciento la retribución de los colegios concertados por gastos de funcionamiento y de personal no docente.

En el proyecto del PP de Madrid la familia es otro de los ejes fundamentales: «Tenemos el plan de natalidad, maternidad y paternidad más ambicioso de España». El plan de apoyo a la familia contendrá ayudas a todas las familias, sobre todo las numerosas y monoparentales. Las familias numerosas «se seguirán llamando así en la Comunidad de Madrid: familias numerosas», puntualizó.

Así, las familias monoparentales con dos hijos verán reducido en un 50 por ciento el precio del transporte público, y tendrán una reducción del 30 por ciento en el comedor escolar de sus hijos en educación Infantil y Primaria.

Más ayudas: en materia de natalidad, el PP pondrá en marcha una bonificación para familias con partos múltiples, que recibirán un pago único 1.800 euros por hijo, con un máximo de 7.200 euros para casos de cuatro hijos. Además, el programa 'Mis primeros 1.000 días' ofrece atención y ayuda a mujeres embarazadas y sus parejas con equipos de pediatras, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales, para familias vulnerables, hasta que sus bebés cumplan 24 meses.

Ayuso llevará a la Asamblea una ley de la Familia para que todas las iniciativas que se impulsen tengan en cuenta a la familia.

Uno de los momentos clave de su discurso fue el anuncio de la modificación de la Ley Trans de la Comunidad de Madrid, largamente anunciado y retrasado en su aplicación, y que ahora forma parte del compromiso de legislatura. Un anuncio que recibió un largo aplauso de la bancada popular. «Vamos a proteger a las personas transexuales, pero garantizando la calidad legislativa, la constitucionalidad de todos los artículos de la ley, la libertad educativa y de cátedra, la igualdad de oportunidades de las mujeres en el deporte y en todos los ámbitos, la presunción de inocencia, la no criminalización de la intervención de los profesionales sanitarios y la protección de los menores. Nadie va a quedar desamparado en sus legítimos derechos, pero tampoco se va a hacer ingeniería social a costa de nadie», señaló la presidenta. Desde su escaño de Más Madrid, Carla Antonelli, la primera diputada trans que entró en el parlamento madrileño, mostraba su disgusto pro las palabras de Díaz Ayuso.

La iniciativa de la jefa del Ejecutivo está en línea con la propuesta que está lanzando Feijóo desde Génova, ya que el presidente nacional del PP también defiende una reforma legal de la ley Trans nacional, que garantice y proteja los derechos de todos.

En Sanidad, Ayuso incluyó promesas como la reducción de listas de espera, gracias a la digitalización del sistema. Así, se compromete a que la demora media será inferior a 45 días para cirugía cardiaca, coronaria o valvular, y de 60 para intervenciones sin riesgo vital como cataratas o prótesis de cadera. Los 25 procedimientos más comunes en las listas de espera tendrán un máximo de 90 días. Y los procesos oncológicos, no más de 30 días.

En la misma materia, prometió defender la objeción de conciencia de los sanitarios en temas como la eutanasia y el aborto. Y también prometió apoyo «al concebido y a su madre: ante un diagnóstico desfavorable para el bebé, se ofrecerá, de manera voluntaria, toda la información detallada sobre la línea de ayudas que presta la Comunidad de Madrid».

En materia fiscal, uno de sus puntos fuertes, ratificó su promesa de bajar medio punto el tramo autonómico del IRPF. Pedirá suprimir el impuesto de Patrimonio creado, «no lo duden», contra la Comunidad de Madrid. Y pondrá en marcha un plan de apoyo a los comercios con solera, mediante incentivos fiscales.

«Esta será la legislatura de la vivienda», advirtió, para luego fijarse como objetivo facilitar la construcción de 50.000 nuevas viviendas a precio asequible.

Su intervención no convenció a los partidos de izquierda, y dejó sin discurso a Vox, cuyos responsables renunciaron a valorar las palabras de la presidenta, y se reservan hasta hoy su respuesta. Juan Lobato (PSOE) lamentó la «oportunidad perdida» y pidió a Díaz Ayuso que aclarara «si está en Mérida o en Valencia», tras denunciar que no había dicho «ni una palabra» sobre violencia machista. Mónica García (Más Madrid) criticó la «injerencia» en la autonomía municipal que supone la rebaja de la plusvalía que Díaz Ayuso ha propuesto a los ayuntamientos y forzará en los del PP.