Almeida tacha de «paripé» que Vox rechace los presupuestos por Madrid Central: «Ni se los han mirado»

Tras más de un mes esperando la cita para negociar, ambos líderes se han reunido durante cerca de una hora en el despacho del alcalde. Pero la conclusión ha sido la que se sospechaba al inicio: Vox presentará una enmienda a la totalidad . Ortega Smith da por hecho que PP y Cs se apoyarán en el «grupo comunista creado ilegalmente» para sacar las cuentas adelante.

«No es verdad que por culpa de Vox si no se aprueban los presupuestos no se podrán bajar los impuestos. No es verdad, las ordenanzas fiscales se votan independientemente de los presupuestos», ha lanzado Ortega Smith, con lo que deja la puerta abierta al diálogo en lo referente a la rebaja fiscal. «En las ordenanzas fiscales, todas aquellas que sean buenas para los madrileños y no contengan una carga ideológica de la izquierda, estaremos a favor», han indicado a ABC fuentes de la formación.

Para Almeida, sin embargo, la reunión no ha sido más que un «paripé». «No necesitaba dos meses para hacer un paripé. Uno no viene para sacarse una foto. Eso no ha sido una reunión, ha sido un frontón. Si no quiere hablar de los presupuestos, que no venga», ha dicho el regidor, visiblemente molesto. «No es serio, los madrileños se merecen algo más por parte de Vox. Cuando hemos hablado del presupuesto hablamos del presupuesto me ha dicho que "tenía cosas buenas". No quieren trabajar, no van a presentar enmiendas parciales», ha lamentado el primer edil popular que cree que Vox se está aplicando a sí mismos el cordón sanitario que pedía la izquierda.

Para el regidor «cuando uno viene a hablar de presupuestos solo habla de Madrid Central, es hablar de un distrito y olvidarse de los otros 20». «Todo se resumen en que Javier Ortega pueda circular por Gran Vía con su coche. Tengo una profunda decepción. El portazo se lo da a los madrileños», ha insistido. «Es obvio que es una estrategia nacional, pero por el camino no se dan cuenta de hasta qué punto van a fastidiar a los madrileños», ha añadido, por su parte, la vicelcaldesa, Begoña Villacís, que consider que «Vox no está haciendo política, está jugando».

Ante esta tesitura, la única baza que le queda a PP y Cs es volver a encauzar las conversaciones con los carmenistas. «El Gobierno no tiene mayoría para sacar adelante los presupuestos. Si quiere tenerla aquí tiene un ofrecimiento honesto pero una negociación no es un 'trágala', es un tira y afloja, las dos partes deben ceder», ha expresado el edil de Recupera Madrid -como han denominado al grupo mixto- José Manuel Calvo.

Las relaciones con Vox llevaban semanas congeladas. Desde Vox rechazaban si quiera sentarse a negociar. En vista de este bloqueo, Almeida extendió 48 horas más el periodo de alegaciones con el objetivo de acercar posturas con los cuatro ediles escindidos de Más Madrid. Ante este anuncio, Ortega Smith reaccionó y respondió a la petición del alcalde para reunirse este jueves, a pocas horas de que expirase el plazo definitivo. Pero la conversación se ha mantenido en los términos que se esperaban.

El portazo de Vox a los presupuestos municipales viene precedido por una disputa en torno a la ordenanza de Movilidad. Los de Ortega Smith rechazan todo lo que tenga que ver con restricciones al coche. Es por eso que votaron en contra de la norma que incluía el nuevo Madrid Central, renombrado como Distrito Centro, que mantenía el espíritu de la norma de Manuela Carmena aunque introducía alguna excepción. El Supremo tumbó definitivamente la normativa del gobierno de Ahora Madrid por un defecto de forma y ante la obligatoriedad de que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tuvieran un área de bajas emisiones Almeida se vio obligado a sacar adelante la normativa con los carmenistas. Desde entonces, la relación del PP con Vox comenzó a incendiarse.