Jesús Neira: «Era una charla amorosa a puñetazo limpio»
A falta de dos días para que el profesor Jesús Neira se reencuentre en sede judicial con su presunto agresor, Antonio Puerta, ABC ha reunido sus testimonios. Neira lo tiene más que claro: le da «asco» volver a verle
A Jesús Neira sólo le quedan dos días para reencontrarse con Antonio Puerta. No es el juicio sobre la brutal agresión, sino la vista sobre los presuntos malos tratos que Puerta infringió a su novia, Violeta Santander. El profesor declara en este caso como testigo. ... Los hechos, ocurridos el 2 de agosto de 2008 en el Hotel Majadahonda, provocaron que Neira reprendiera a Puerta y que éste le golpeara. Violeta Santander, no ha presentado denuncia. El profesor estuvo en coma más de dos meses. Pensar en cruzarse con «ese individuo» le produce «asco».
Neira es crítico frente a las peticiones de nueve meses de prisión para Puerta por parte de Fiscalía y Abogacía del Estado: «Yo no soy el juez del caso, pero, si las cosas en derecho son así, habría que cambiar las normas». El profesor recuerda perfectamente aquel día e ironiza sobre el argumento del imputado y su pareja sobre que no hubo agresión alguna: «Sí, era una charla amorosa a puñetazo limpio». «Fue una situación violentísima -continúa-. Era la primera vez que veía a un hombre pegar a una mujer», dice, aún asombrado.
En caso de que Puerta sea condenado, es posible que no sume días de cárcel al periodo de prisión preventiva que vive tras ser detenido por la paliza que supuestamente propinó a Neira. «No es posible que un sujeto diera una paliza increíble a una mujer y al final se resuelva así», apuntó Neira, que reflexionó que «están las peticiones de las partes, que estarán ajustadas a derecho, pero por encima está la decisión del juez».
El abogado de Puerta alega que había consumido drogas aquel día. Neira lo niega rotundamente: «Estaba perfectamente consciente y en sus cabales. Sólo hay que tener en cuenta una cosa: él me ataca por la espalda con rapidez y da en el blanco. No se balancea ni choca con la puerta o con otra cosa, no. Fue directamente a mí. No falló».
Aunque este aspecto no se ha tenido en cuenta en las peticiones de las partes, desde el punto de vista de Neira «debería considerarse un agravante y no un atenuante que alguien cometa un delito bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Es verdaderamente increíble que se justifiquen estos parámetros. ¡Oiga usted, no se drogue! Si es un agravante en la conducción, debería serlo también en los malos tratos y en cualquier delito».
El profesor acudirá al juicio del jueves en calidad de testigo, al igual que la pareja de Puerta, Violeta, la mujer a la que intentó salvar de la presunta agresión. La misma que ni siquiera le dio las gracias cuando los golpes cambiaron de dirección.
Violeta ha defendido a capa y espada al presunto maltratador. «Es muy digna de actuar como quiera. Para eso somos libres. La servidumbre voluntaria es la peor de las servidumbres. Es triste que tenga que actuar la Fiscalía en vez de la agredida».
«Volvería a mediar»
Pese a todo lo ocurrido, el coma superado, las operaciones a las que se ha enfrentado y la rehabilitación que aún tiene que llevar a cabo a diario, Neira «volvería a mediar» ante cualquier acción de maltrato. «Cada uno es como es. Yo tengo un sentido de la vida. Soy muy mayor para cambiar mi forma de ser, tendrán que cambiar los descerebrados».
Jesús Neira afirma que lleva «como puede» su día a día. «Es un esfuerzo continuado que tengo que hacer con mucho cuidado». Esta semana está siendo mala. Ha cogido un catarro y sus pulmones no reaccionan igual que antes, como es evidente. Evita dirigirse al presunto maltratador. «De un hombre que golpea a una mujer poco hay que decir. Ya lo decía Lope de Vega en «La Dorotea»: «De cuantas cosas me cansan fácilmente me defiendo, pero no puedo guardarme de los peligros de un necio»».
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