Una tormenta de granizo lleva el caos a los municipios del este y sur de Madrid

En Madrid capital, los principales estragos se dejaron sentir en la superficie, con la M-40 cortada entre los puntos kilométricos 30 y 32 en sentido decreciente, al paso por el barrio de la Fortuna (Leganés). Ello motivó fuertes retenciones , al igual que en la M-30, donde la afluencia de coches fue frenada en diferentes intervalos. Se clausuraron también los túneles de República Dominicana y Alfonso XIII, en ambos sentidos.

Por debajo, el suburbano madrileño registró una jornada caótica , con cortes en varias líneas debido a la anegación de sus paradas: la línea 4 fue cerrada entre las estaciones de Arturo Soria y Alfonso XIII; la 5, entre Pirámides y Urgel; la 6, desde Argüelles hasta Alto de Extremadura; y la 7, de Pueblo Nuevo a Cartagena. El servicio fue restableciéndose de manera progresiva. En otros puntos fuera de la ciudad, la circulación se interrumpió también entre las paradas de la línea 12 de Fuenlabrada Central y Arroyo Culebro. Pero sin duda, si hubo un lugar que se llevó la peor parte, ese fue el casco antiguo de Arganda, donde el tráfico de trenes también quedó inoperativo hasta la estación contigua de La Poveda, en la línea 9.

Alrededor de las 18:15 horas, una tromba de agua y granizo convirtió en pocos minutos las calles del centro de esta localidad en un río que se llevó por delante todo lo que encontró a su paso. La anunciada Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), conocida como gota fría, causó estragos en esta zona, levantada sobre la depresión de un barranco . Fuentes del Ayuntamiento informaron a este periódico que en apenas 20 minutos las calles de Juan de la Cierva y Real, entre otras vías históricas, quedaron totalmente colapsadas. El área anegada, conocida entre los residentes más mayores como «la arrollá», es la salida natural del agua del municipio.

Pasado el vendaval los esfuerzos de los servicios de emergencias se centraron en restablecer la circulación, interrumpida por el agua y taponada por los vehículos, contenedores y jardineras cruzados a la deriva en mitad de sus calles. Un autobús quedó bloqueado y algunos comercios, locales y viviendas, situados a ras de suelo, quedaron devastados por las bolas de granizo.

A última hora de la tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, informó a través de Twitter de que los bomberos habían realizado más de 200 intervenciones, una cifra que se incrementó sustancialmente con el paso de las horas. «Pedimos precaución en las próximas horas. Hay que seguir en todo momento las indicaciones de los servicios de emergencia», recordó la jefa del Ejecutivo. Entre las 21 y las 23 horas, el aeropuerto de Barajas desvió 24 aviones a otras bases cercanas, según informaron a ABC fuentes de Aena.

La carretera M-506 tuvo que ser cortada a su paso por Fuenlabrada, a la altura del kilómetro 21, debido a las inundaciones y balsas de agua formadas. El tramo cerrado -en dirección a esta localidad del sur, desde Pinto- ya resultó anegado durante la tormenta del pasado 21 de agosto pasado. Efectivos del Cuerpo Local de Bomberos se emplearon a fondo para achicar el agua y poder así restablecer el tráfico. Durante este tiempo, la Guardia Civil desvió a los vehículos por una ruta alternativa, salvo a algunos camiones, que les fue permitido el paso para no entorpecer más la circulación.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en Arganda del Rey habían caído a las ocho de la tarde de ayer 46,4 litros de agua por metro cuadrado , mientras que en la zonas de la capital de Ciudad Universitaria y Retiro habían hecho lo propio 31,1 y 23,9 litros, respectivamente.

Sobre las 22 horas los municipios más damnificados fueron «recobrando una situación de mayor normalidad». Así lo indicó el director general de Emergencias, quien señaló además que la situación tormentosa estaba previsto que remitiera al filo de la medianoche (si bien, las lluvias continuarían de madrugada).

Pese a que los meteorólogos no contemplaban ayer una situación similar a lo largo de esta mañana, la Comunidad de Madrid hizo especial hincapié en que los conductores que hoy cojan un vehículo presten especial atención a los boletines informativos antes de ponerse al volante. No es para menos. La región vivió una pesadilla en plena resaca estival, que cambió las altas temperaturas por un aguacero sin parangón. Al menos, en los últimos años.