La autorización de Illa es el último escollo para los test en las farmacias de Madrid

Madrid planteó hace meses esta posibilidad. Tras mucho insistir, el Ministerio de Sanidad mostró su disposición a estudiar un plan concreto para llevarlo a cabo, que es el que ahora le ha remitido el Ejecutivo autonómico madrileño. En él, se recoge que sean las farmacias que voluntariamente lo deseen las que se adhieran a esta iniciativa.

Deberán contar con espacio suficiente en la farmacia para habilitar una zona donde realizar las pruebas. Éstas sólo podrán llevarlas a cabo los farmacéuticos —el titular del establecimiento, los adjuntos, sustitutos o regentes—, que previamente deberán realizar un curso de actualización de conocimientos.

En el plan, elaborado por el viceconsejero de Humanización Sanitaria, José María Antón , se contemplan dos modelos de atención, según las características del establecimiento . En farmacias grandes, habrá un circuito de acceso exclusivo a la zona donde se realizan los test y se dan los resultados. Estas podrán efectuar las pruebas durante toda su jornada.

Para los casos de farmacias de menor tamaño, se podrán realizar los test tras el cierre al público. El presidente de los farmacéuticos madrileños, Luis González Díez , ejemplificaba con su propio caso: «Mi farmacia es pequeña, así que aprovecharé las horas de cierre del mediodía, de 3 a 5, para citar a quienes quieran hacerse test». De este modo, no habrá contacto con el resto de la clientela.

Luis González Díez, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, cree que podrán empezar a hacer test «en cuanto nos dejen». Asegura que el colectivo «está cumpliendo lo que nos dijo el Ministerio al pie de la letra» . No entiende cómo «se están haciendo test en todos los sitios, menos en nuestras oficinas». Y se pregunta qué se hace con los residuos de esos test; «nosotros ya hemos contratado a una empresa que se ocupe de retirarlos».

También están organizando ya los cursos de capacitación que les han solicitado. «Queremos que participen todas las farmacias que quieran», porque éstas están «accesibles siempre, y sobre todo en las zonas rurales somos el unico establecimiento sanitario muchas veces».

Las zonas donde se realicen las pruebas deberán ser desinfectadas después de cada uso, y tendrán que contar con sistemas de ventilación natural o mecánica. En todo caso, está previsto que acudan a realizarse los test personas asintomáticas ; quienes presenten síntomas tendrán que ir a un centro de salud.

La iniciativa se quiere poner en marcha cuanto antes: el consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero confiaba en contar con una rápida respuesta de Sanidad para poder comenzar «a lo largo de diciembre» a realizarlos. Es, afirma, un apoyo más a los cribados de población que está realizando la consejería de Sanidad desde finales de septiembre en las zonas con alta incidencia de Covid-19. En este sentido, avanzó que la población diana que se someta a estos cribados «será determinada por Salud Pública y citada mediante un SMS».

Las farmacias interesadas deberán acreditarse y sus responsables recibir un curso de formación. En principio, según explicó el vicepresidente Ignacio Aguado, «si el test está dentro de la estrategia serológica de la Comunidad de Madrid, será gratuito » para los usuarios. También podría darse el caso, dijo, de ciudadanos que compraran los test por prescripción médica, y los realizaran en la farmacia.

La propuesta de la Consejería de Sanidad para que las farmacias se hagan cargo de estas pruebas se ha realizado en colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, la Federación Empresarial de Farmacéuticos de España y la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Madrid.

El consejero Escudero calcula que se adherirán al plan entre 500 y 600 farmacias madrileñas. La gran ventaja es que será sencillo hacer llegar los resultados de los test a las autoridades sanitarias, dado que las farmacias ya tienen un canal abierto y seguro: el que se utiliza para las recetas electrónicas.

Las grandes ventajas de las farmacias, recordaba el consejero, es su disponibilidad horaria —abren de 12 a 14 horas— y su cercanía a la población, además de la confianza que los ciudadanos tienen en su farmacéutico.

El siguiente paso ya lo tiene en marcha la consejería de Sanidad: consiste en que también en las farmacias se vendan los autotest de saliva. Se están probando tanto de antígenos como de anticuerpos, y se pondrán en marcha «en las próximas semanas», en cuanto «logremos la validación» y aseguren el sistema para la trazabilidad de los datos, concluyó el consejero de Sanidad.