El antes y el después de la reforma de Felipe II: cambios en paradas de buses y nuevos puestos artesanos

La intervención ha afectado a 11.000 metros cuadrados de suelo. El alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida , visitó la zona junto con la concejal delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero , y el concejal presidente del distrito de Salamanca, José Fernández. Y ha podido ver, ‘in situ’, cómo el espacio es ahora más cómodo para los peatones, más ordenado en sus usos, y más acorde –en distribución de superficies, diseño y en los materiales usados– con la intervención llevada a cabo en la plaza de Dalí en 2005.

De hecho, el alcalde madrileño anunció su intención de seguir trabajando en este entorno:tras el verano se comenzará una actuación en la plaza de Dalí para «mejorar el pavimento, aumentar las zonas verdes y llevar a cabo la homogeneización de las terrazas».

La plaza de Dalí se levantó a finales de los 80, como parte de un acuerdo con el genial artista catalán, que auspició el proyecto de la obra. Posteriormente, en 2005, fue objeto de una remodelación muy discutida en sus orígenes. La estatua de Isaac Newton, elemento destacado de la misma, ha sido vandalizada en más de una ocasión, al robar la esfera que pende de la mano derecha de la figura.

La obra finalizada ayer se ha centrado entre las calles de Narváez y Alcalá, que concentra un tradicional mercado de artesanía muy visitado por los madrileños, y varias dársenas de autobuses de la EMT, además de actividades comerciales y de restauración. Pero todos estos usos se encontraban mezclados, de manera que unos y otros entorpecían el tránsito peatonal desde la plaza de Dalí a la calle de Alcalá y Goya.

Por eso, se iniciaron los trabajos, que han supuesto recolocar las paradas de autobuses en una franja, y las casetas del mercadillo artesanal permanente en otro. Además, estos puestos se han renovado totalmente. Con estas dos acciones, se ha conseguido aumentar la superficie para el peatón en un 19 por ciento, y ganar en accesibilidad.

Al separar los usos en bandas lineales paralelas, se ha creado un único carril, de ocho metros de ancho, para la circulación y parada de autobuses entre las calles de Narváez y Alcalá, en ambos sentidos. Una fórmula que ha descongestionado la saturación de usos que había en la zona.

El nuevo entorno utiliza distintos matices de color o de acabado en el pavimento, y también texturas diferentes, tal y como señala la actual normativa de accesibilidad: las aceras tienen losas de granito de color gris claro, salvo en la zona del intercambiador de autobuses, donde el solado es diferente en color y textura.

Para respetar y completar las alineaciones de arbolado existentes y que respondan al mismo criterio que el de la plaza de Dalí, se han creado áreas de descanso acotadas y enfrentadas a las dársenas de autobuses. Y se han instalado medio centenar de nuevas farolas con lámparas led. Fuentes municipales explican que se han elegido para esta zona materiales que facilitarán su mantenimiento e incrementarán su tiempo de vida útil.

La obra la rematará la junta municipal de Salamanca con la instalación de una nueva escultura en el extremo de la avenida de Felipe IIcon la calle Alcalá: se trata de una obra del escultor gallego Manolo Paz , que consiste en estructura reticular de acero inoxidable, de 550 X 210 X 210 centímetros, formada por cubos colocados en dirección ascendente, inspirados en el lema ‘De Madrid al cielo’.