Los independentistas presumen de la luz verde a las comisiones del 'lawfare' en el Congreso

Míriam Nogueras, portavoz de Junts, dejó entrever que se interrogará a todo tipo de personas que entiendan implicadas. Señaló directamente a los jueces -a varios de ellos los acusó directamente como a Marchena o Lamela-, pero también a policías y «todos aquellos que hayan bendecido y fabricado los informes falsificados».

Incluso a «responsables de los medios de comunicación (nombró a Ana Rosa Quintana o Antonio García Ferreras) que hayan contribuido a esta estafa». La catalana señaló que el objetivo final de la 'Operación Cataluña era «desactivar el independentismo» y que para ello se había disparado contra la presidencia de Cataluña (Artur Mas y Carles Puigdemont), la alcaldía de Barcelona (Xavier Trías) y la presidencia del FC Barcelona (Sandro Rosell). «Estos tres pilares son aún hoy objetivo del alcantarillado del Estado», condenó, al tiempo que pidió «valentía» al resto del hemiciclo para seguir adelante con estas investigaciones.

Palabras que provocaron el enfrentamiento con Gabriel Rufián, quien reivindicó su papel en este tipo de comisiones cuando «no había en ellas más diputados catalanes». El diputado de ERC pidió «averiguar cuántos villarejo hay hoy y con cuántas banderas» y para ello exigió la creación de las tres comisiones propuestas, como así ocurrió.

Se aprobaron con los votos en contra del PP, Vox y UPN. Los populares, acusados de corrupción y de mala praxis desde el ministerio del Interior, defendieron su negativa a las comisiones al entender que forman parte de un interés partidista de los separatistas y que no aportarán ninguna respuesta. Al contrario, servirán para «señalar a servidores públicos» como ya ocurrió durante el debate, algo que Miguel Tellado, portavoz popular, denunció ante la indiferencia de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. «Usted no puede venir aquí a pasar la tarde», le espetó el popular, a lo que la socialista respondió que conocía «perfectamente las funciones de la presidenta del Congreso».

El debate de las comisiones se volvió más bronco con el paso de los minutos. Eran ya muchas horas de pleno y los diputados se abandonaron al insulto. Recados de bancada a bancada. De los ERE a la Gurtel. De los Gal a ETA. Un espectáculo impropio de la cámara que representan y que evidencia la crispación existente en el país.