García Montero defiende a Sánchez en nombre del «mundo de la cultura»

«Me parece que la carta del presidente de Gobierno por lo menos ha abierto un periodo de meditación y ha comunicado a la gente la necesidad de pensar la democracia, de pensarse en democracia y de meditar lo que está pasando y cómo hay dinámicas de contaminación que están deteriorando los ejes fundamentales de la democracia», afirmó García Montero ante los asistentes. Unos minutos antes, ante la prensa, defendió la continuidad de Sánchez. A preguntas de este diario dijo no ver contradictoria su presencia en el acto con su condición de director del Cervantes. «Milito en Comisiones Obreras desde el año 1981, es decir, hace 43 años, muy antes a cualquier tipo de cargo y a cualquier tipo de responsabilidad. Y creo que sí, que estamos en un momento en el que la democracia española está muy crispada», dijo. «Estoy muy preocupado porque se utiliza dinero público para subvencionar pseudoperiódicos, pseudofuentes informativas de periodistas que están muy lejos de ejercer con decencia su profesión». ¿Cuáles son esos periódicos? «Tú eres el periodista, tú lo conocerás por dentro». Nos quedamos sin saberlo.

Los líderes sindicales Unai Sordo y Pepe Álvarez fueron los encargados de abrir la jornada, pero antes también atendieron a los medios de comunicación. ¿Qué es el mundo de la cultura?, quiso saber ABC. «El mundo que hace cultura, los creadores y creadoras de España», respondió Sordo. En España hay más de 723.000 personas que trabajan en este sector. En nombre de todos ellos, casi nada, habló el secretario general de CC.OO. «Esta es una convocatoria por la decencia democrática», señaló, y denunció la «perversión» que la derecha está haciendo del sistema judicial y «el papel jugado desde determinados pseudomedios de comunicación y determinados opinares en la vida pública en emponzoñar la vida pública». Pepe Álvarez, de UGT, dijo que «España necesita un proceso de regeneración democrática que nos permita realmente vivir en un país con plena democracia». Ambos líderes sindicales pidieron continuar la movilización el Primero de Mayo, haga lo que haga el jefe del Ejecutivo.

El director de teatro José Carlos Plaza y el arquitecto Juan Miguel Hernández León, exdiputado autonómico del PSOE y presidente del Círculo de Bellas Artes, también se acercaron al auditorio Marcelino Camacho, en Madrid, para pedir que «no gobiernen la derecha y la extrema derecha». Ambos leyeron, en primera persona del plural, los logros conseguidos por el Gobierno de coalición. Mencionaron una treinta de medidas, como la ley de memoria democrática o la ley de amnistía, y entre ellas solo dos relacionadas con la cultura: el impulso del Estatuto del Artista y la ley de enseñanzas artísticas. La actriz Marisa Paredes subió al escenario con el puño en alto. «Es verdadera emocionante ver por fin que la gente sale a la calle, que salimos a las calles, que hacemos actos de apoyo a la democracia. A Pedro y a la democracia». A Pedro Sánchez, quería decir. Luego leyó la carta de otro Pedro, Almodóvar, que reconoció haber roto a llorar cuando conoció las dudas de Sánchez sobre si seguir o no al frente del Ejecutivo.

La cantautora Rosa León, que también ha estado históricamente vinculada a este tipo de reivindicaciones del «mundo de la cultura», se dirigió a Begoña Gómez, esposa del presidente, para decirle que las mujeres ya no están dispuestas «a quedarse en casa con la pata quebrada». Benjamín Prado, escritor y amigo de García Montero, recordó a Almudena Grandes, fallecida en 2021. «Hoy estaría aquí. Nunca les dijo no a los trabajadores, nunca les dijo no a los desfavorecidos, nunca dijo no a las llamadas de las organizaciones sindicales», comenzó su intervención. Y el público aplaudió como no lo había hecho hasta entonces. «Nunca dijo que no a cualquier acto que estuviera pensado para defender los derechos de aquellas personas a las que otros avasallan y hacen imposible seguir adelante con sus vidas. Y además estaría aquí porque este es un acto de apoyo a un presidente cuyo gobierno se ha ocupado precisamente de no decirle que no a quienes tenían una pensión baja, no decirle que no a quienes no tenían respetados sus derechos, a minorías LGTBI, a personas con una paga insoportable, a la sanidad pública, a la educación pública». Prado dijo que la derecha «lleva casi 50 años oponiéndose a todo, gobernando para cuatro amigos y para sus cuentas aquí y en Suiza».

Hubo turno también para un periodista, que no debe de estar en el saco de los malos. Era Jesús Maraña, del digital Infolibre. «Hay quien defiende que un periodista no debe tener militancia alguna. Yo discrepo. Un periodista puede y debe militar por la democracia activamente», declaró, y transmitió que Iñaki Gabilondo le había pedido que hiciera pública su adhesión al acto. Maraña llegó a pedir regular los medios de comunicación. «Se está legislando en el Parlamento Europeo. Hay que exigir la máxima transparencia. ¿Quiénes son los accionistas de algunos medios de comunicación? ¿De dónde salen sus ingresos? ¿Tienen salarios dignos? La máquina del fango tiene nombres y apellidos, empresas concretas y púlpitos concretos».

Miguel Ríos cerró el concierto. «Hay que dar un paso adelante, porque no es solo lo que está pasando en la persecución a Pedro Sánchez, es la persecución a todos nosotros, a todas las personas que pensamos que es mejor vivir digno y de pie que no aceptando trágalas imposibles». Luego cantó un poema que hace más de veinte años escribió García Montero contra la guerra de Irak, cuando la 'zeja'. El «mundo de la cultura» era esto.