La Xunta defiende la ley de medios y denuncia «falacias» de la oposición

Arrancó la sesión el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que destacó los motivos que llevaron al Gobierno gallego a actualizar la normativa, vigente desde 2011, que, a su vez, substituyó la primera, del año 1984. Por un lado, destacó la necesidad de adaptarse al nuevo «marco normativo» nacional y europeo y, por el otro, la transformación digital y tecnológica que también ha provocado un cambio en los «patrones de consumo». Entre los retos, dijo, surge la necesidad de «liderar la transición tecnológica» manteniéndose «fiel a su razón de ser»: «La defensa de la identidad de Galicia».

Detalló, a renglón seguido, algunas de las cuestiones más criticadas por la oposición, citando el artículo 4 de la norma, relativo a la misión de la corporación autonómica: «Promover, difundir e impulsar la lengua gallega y dar a conocer la identidad cultural y lingüística de Galicia». El idioma, aseguró, es el mayor «patrimonio» de la Comunidad, y su «defensa y promoción» por parte de los «medios públicos autonómicos» es y será «innegociable».

Sobre el uso de otros idiomas, se remitió al artículo 7, que establece «la posibilidad de utilizar adicionalmente otras lenguas cuando así lo justifique la finalidad de dar a conocer la identidad cultural de Galicia fuera del territorio de la comunidad autónoma, en cumplimiento de la misión de servicio público definido en la ley». «Fuera del territorio y adicionalmente», insistió, anticipándose a las críticas.

Asimismo, aseguró que, a diferencia de lo que ocurre con la ley de la RTVE, esta norma sí que «estimula y busca el consenso« entre las diferentes fuerzas políticas de la Cámara. »Traemos una oferta sincera de mano tendida para la elección de los órganos de dirección de la futura Corporación de Servicios Audiovisuales de Galicia«, destacó, tanto del Consello de Administración como de la dirección general. De no alcanzarse una mayoría de dos tercios para designar el cargo, el texto prevé una segunda votación un mes después, en la que se aprobaría con una mayoría reforzada de tres quintos. Como último recurso, para »evitar interinidades indefinidas o situaciones esperpénticas como la vivida en RTVE«, la decisión se tomaría por mayoría absoluta.

En el turno de los socialistas tomó la palabra Silvia Longueira, que defendió la enmienda a la totalidad presentada por el PSdeG alegando que se trata de una norma que «ataca a la democracia, a la libertad de información y a la identidad gallega». Es, aseguró, un «delirio de poder» que aspira a ser una herramienta de «control político absoluto». Lamentó también la eliminación del Estatuto Profesional y del Consello de Informativos a favor de un Consello Asesor en el que, aseguró, se elimina cualquier garantía de pluralidad al permitir que esté «controlado por cargos políticos». Por su parte, el secretario xeral socialista, que se dejó ver con los manifestantes en la entrada, aseguró a la Xunta que se «encontrarán» en Bruselas «contra esta ley manipuladora».

En la misma línea fueron las críticas del Bloque, que expuso la diputada Olalla Rodil. Además de reclamar que los órganos de dirección se elijan por concurso público y criticar que el texto «incrementa el control político y partidista» en la corporación, también rechazó que «por primera vez en la historia» el PP quiera «abrir la puerta al uso de lenguas distintas al gallego». «El grado de complejo», dijo, es «terrible».

Todas ellas cuestiones a las que se refirió con dureza la viceportavoz parlamentaria Carmen Pomar, que acusó a ambos grupos de la oposición de emplear la ley como un «arma política arrojadiza». «Ustedes no vienen a debatir este proyecto de ley, vienen a reventarlo» con su «no a todo», condenó la popular. A los nacionalistas, les recriminó que «aspiran» a tener una televisión «a su servicio», como, dijo, ocurrió en el bipartito. Y a los socialistas, les recriminó la «colonización» de Pedro Sánchez de todas las instituciones públicas, preguntándoles si se proponen hacer lo mismo en Galicia.

Habló, acto seguido, de las «falacias» que la oposición emplea porque, dijo, carece «de argumentos para no apoyar la nueva ley». «Por eso recurren a bulos como el sistema de elección o el gallego», cuestiones que están «rotundamente desmentidas» en el texto normativo. Esta ley, dijo, «blinda la vocación» de la corporación, «obligada a producir sus programas, contenidos y servicios en lengua gallega, garantizando también la edición y difusión en gallego de la producción ajena». «¿Qué problema hay en que TVG apuntale el sector audiovisual gallego para darlo a conocer y promocionarlo en el mundo entero?», preguntó sobre el uso de otros idiomas fuera del territorio. Del mismo modo, sobre la elección de la dirección general, vaticinó el obstruccionismo de la oposición, que no querrá llegar a un consenso, «y por eso hay una disposición adicional, como último recurso». «Faciliten, por favor, esa elección», pidió al resto de grupos.