Rueda, tras la Conferencia de Presidentes: «Quizá el Gobierno tenga su foto, pero los gallegos se van sin nada»

Rueda empezó valorando aquellas cuestiones en las que no «renuncia» a poder alcanzar algún tipo de acuerdo, aunque se fuera de la Conferencia de Presidentes. Habló así de la propuesta del Gobierno en materia vivienda, que, dijo, le hubiese gustado que se sometiese a votación. Hasta ahora, indicó, la política de vivienda del Gobierno «se basaba en la imposición», sin hablar con las comunidades que son, recordó, las grandes responsables en la materia. Ahora, en cambio, celebró que tenga «la mano tendida», con propuestas como la planteada en el encuentro: promover la construcción de vivienda pública abonando el Ejecutivo central el 60% y las comunidades el 40% restante. «Si se flexibilizan las condiciones de ejecución de ese plan y se aumenta el plazo», indicó el presidente gallego, él «no renuncia» a que pueda ser posible. En todo caso, recordó que algunas de las cuestiones que se exigen, como que la declaración de viviendas de promoción pública sea permanente, ya se ha hecho en Galicia; mientras que otras pueden ser «aceptables», «previa negociación y cesión» por las dos partes.

También en educación, de haberse sometido a votación, el Gobierno «probablemente» hubiese tenido el apoyo de Galicia, aunque la propuesta de extender el derecho a la educación en los tramos de 0 a 3 años de edad ya se aplica en la Comunidad y de forma universal. El anuncio de Pedro Sánchez, recordó Rueda, ya la había hecho en su sesión de investidura, pero aún así celebró la intención de crear un fondo de 175 millones de euros para colaborar con las CCAA en la gratuidad de las guarderías para las familias de rentas más bajas. Eso sí, Galicia, indicó, invierte 60 millones al año en esta materia, y representa solo un 7% de la población, por lo que la «cantidad es insuficiente», aunque «por lo menos es un principio».

Habló también de la red eléctrica y su impacto en el desarrollo industrial de la Comunidad, algo en lo que, dijo, coincidió «con todas las comunidades». «Aparte del acontecimiento reciente que vivimos con el apagón, a día de hoy no explicado, todas las comunidades coincidimos en que no es de recibo que haya proyectos industriales, en el caso de Galicia, además, muy potentes, cuyo principal problema a día de hoy es el suministro eléctrico», lamentó sobre una cuestión de la que la Comunidad lleva alertando ya varios años, reiterando la necesidad de cambiar el sistema.

En lo que a la financiación respecta, uno de los temas que entró en el orden del día gracias a la presión de las comunidades del PP fue la propuesta de Real Decreto-ley para aprobar cuanto antes las entregas a cuenta. Una cuestión que, en el caso de Galicia, supone cientos de millones de euros. Hace años, recordó Rueda, se aprobaron mediante un acuerdo en el Consejo de Ministros, aunque ahora el Gobierno dice que «no puede ser» porque va «condicionado a los presupuestos», por lo que lo achaca a una falta «voluntad política». En su opinión, puede aprobarlo «perfectamente», de modo que las comunidades no estarían obligadas a «acudir a préstamos con el pago correspondiente de los intereses» por la falta de los fondos que el Gobierno debe a la comunidad autónoma.

Además, volvió a insistir en el «rechazo frontal» de Galicia a establecer «regímenes económicos bilaterales» más allá de los contemplados en la Constitución, apelando a la «negociación» y a que el debate sobre la condonación de la deuda vaya de la mano con la reforma del sistema de financiación autonómica. Esto, dijo, lo pidieron varios presidentes, no solo del PP, y es una reclamación que ya se puso encima de la mesa en la Conferencia de Santander. La dificultad, dijo, ya no es excusa, recordando que la declaración de Santiago, de 2021, recoge una posición común en esta materia de varias autonomías, como Asturias o Castilla y León, y sigue vigente. «Lo que hace falta es sentarnos a hablar cuanto antes. Hemos vuelto a insistir y hemos vuelto a recibir la callada por respuesta», lamentó, algo que no es solo «una pena», sino también «inadmisible» porque la urgencia por alcanzar un acuerdo es cada vez mayor.

En la Conferencia, además, reiteró algunas de las peticiones del Gobierno autonómico. En materia de sanidad y dependencia, la mayor reivindicación de Galicia ha sido que se cumpla la Ley de Dependencia, por la que el gobierno debe financiar los costes en un 50%. Pero este porcentaje baja todos los años, con la previsión de que este no llegue ni al 32%. «El 18% que no está asumiendo el Gobierno lo tiene que asumir la Xunta», afeó el presidente. En lo que a las infraestructuras se refiere, se refirió a la «aventura» que muchas veces supone ir de Galicia a Madrid en tren, y también a las carencias en la conexión ferroviaria del eje atlántico, «la línea de media distancia más usada de toda España», que necesita mejoras.

Otra de las cuestiones abordadas fue la inmigración, una «política nacional» de la que es responsable el Gobierno central«, indicó. Tanto en el caso de los menos no acompañados como en el de las personas adultas, dijo, lo que debe primar es la coordinación. »La gente que viene a España y a Galicia, viene en su inmensa mayoría con la intención de iniciar una nueva vida, de tener un nuevo horizonte después de tenerlo muy difícil en sus lugares de origen y, por lo tanto, hay que hacer todo lo posible para que sea así«, aseveró, arremetiendo contra la gestión que se está haciendo actualmente, fundamentada en »repartir inmigrantes en función de dónde se les puede acoger« para, en muchos casos, dejarlos »a su suerte« en cuestión de meses y cargo de las comunidades. Trasladar a Galicia 600 menores no acompañados, tal y como está encima de la mesa, sin planificación ni financiación, »crearía un problema muy grave para los servicios de acogida« y también para ellos, »que no podrían ser atendidos convenientemente«, algo que expuso en la Conferencia aunque, »como en otras cosas«, sin respuesta del Gobierno.

«Si tenemos un Gobierno que no es capaz de aprobar un presupuesto, de someter a votación propuestas de una mayoría de comunidades, y que pierde muchas más votaciones de las que gana en el Congreso, además de las circunstancias judiciales, lo más procedente [...] sería convocar elecciones«, concluyó el presidente de la Xunta.