Un aviso del hijo de la viajera superviviente, clave para encontrar a la séptima víctima mortal del accidente de autobús
Alertó de que su madre iba en el vehículo acompañada de una mujer, de unos 50 años, con tenía previsto cenar esta Nochebuena en Vigo
Jesús Hierro
Santiago
Entre la noche del sábado, la de Nochebuena, y toda la jornada del domingo, los servicios de emergencia habían logrado recuperar los cadáveres de seis viajeros del autobús con destino a Vigo que se despeñó al río Lérez desde una altura de unos 30 ... metros en el término municipal de Cerdedo-Cotobade (Pontevedra). Y también rescatar a las dos personas que, milagrosamente, habían logrado salir con vida en el más grave accidente de autobús de las últimas décadas en Galicia: el conductor y una pasajera, que fueron trasladados a sendos centros hospitalarios de Santiago de Compostela y de Pontevedra, respectivamente.
Pero había dudas de si ese balance, de seis muertos y dos heridos, era provisional o definitivo. Cuando el domingo por la noche suspendieron las tareas de rescate, los servicios de emergencia lo hicieron creyendo que en el vehículo viajaban siete personas además del conductor, aunque no era un debate cerrado porque el chófer se mostraba dubitativo sobre si en alguna de las paradas del trayecto entre Lalín y el lugar del siniestro se podría haber subido algún pasajero más.
Esa incógnita quedó despejada este lunes por la mañana: un hijo la vecina de Ponteareas (Pontevedra) que sobrevivió al accidente alertó de que su madre iba sentada acompañada de otra señora, con quien esa noche tenía previsto cenar al llegar a Vigo, que ese era su destino. Tras esta alerta, el dispositivo de búsqueda se reactivó de inmediato y un helicóptero no tardó en localizar el cuerpo de esa mujer, de unos 50 años edad, según informó en una atención a los medios desde el lugar de la tragedia —la aldea de Pedre— el delegado del Gobierno en esta comunidad autónoma, José Miñones.
Y así se sumó una víctima mortal en el balance final de la tragedia viaria que ha sacudido la Navidad gallegas: siete pasajeros fallecidos —ya se han recuperado todos sus cuerpos—, y dos personas heridas. En cuanto a estos supervivientes, su estado es bien distinto. Mientras la vecina de Ponteareas, la tarde de este lunes continuaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Montecelo de Pontevedra, el chófer ya había sido dado de alta después de su paso por el Hospital Clínico Universitario de la capital gallega.
Rescatar tanto a los supervivientes como los cuerpos de las víctimas mortales —una tarea compleja que requirió de un gran despliegue técnico— era sin duda la prioridad de los servicios de emergencias. Ahora, con ese capítulo ya cerrado, los esfuerzos de los equipos de rescate se centrarán en recuperar el autobús, cuyo análisis y peritaje puede resultar clave para esclarecer las circunstancias del accidente. De momento, según ha valorado este lunes de forma prudente ante los medios el delegado de Gobierno, «todas» las «hipótesis» están «abiertas». Parece claro, de todas formas, tal y como sugirió el propio Miñones, que el mal tiempo de una jornada marcada por las fuertes lluvias -y una carretera nacional empapada- podrían haber tenido mucho que ver en que el autobús se saliese de la calzada. Pero fuentes de la investigación barajan también la posibilidad de que el chófer, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, podría haber ido conduciendo a una velocidad excesiva. Velocidad y mal tiempo formarían, según esta hipótesis, un cóctel explosivo que habría desencadenado la tragedia.
El rescate del autobús
Las conclusiones, sin embargo, todavía se van a demorar porque ahora la labor de los servicios de rescate se deberá centrar en recuperar el autobús, que permanece semisumergido en el cauce del río Lérez. Este lunes, tal y como apuntaban en una atención a los periodistas tanto el delegado de Gobierno como el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, se estaban preparando ya pruebas de carga que se harán este martes en el viaducto donde se precipitó el bus para comprobar si el firme podría resistir el peso de la grúa y del vehículo —cuando se eleve—, teniendo en cuenta también la fuerza de la corriente del río.
Todo esto está ahora sobre la mesa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En todo caso, la recuperación del autobús no será inminente. Miñones, que aprovechó su comparecencia ante los medios para trasladar a los familiares y amigos de las víctimas el pésame del Gobierno de Pedro Sánchez, espera que la meteorología dé una tregua porque a día de hoy «el caudal del río hace difícil esta labor». Confían que entre este martes y el jueves rebaje su nivel, y se pueda llevar a cabo el rescate del autobús.
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