Los Franco ceden en su pulso con Santiago por las estatuas de Meirás

Con la aceptación por parte de los herederos del dictador a acatar el fallo se cierrauna disputa judicial de más de siete años, iniciada con una demanda reivindicatoria que el Concello –encabezado entonces por Martiño Noriega (CA)– presentó en 2017. «Claudican en su batalla de seguir siendo los dueños de las estatuas de los profetas del Pórtico, que evidentemente no les pertenecen», ha celebrado la alcaldesa, Goretti Sanmartín (BNG), tras confirmar el contenido de la carta.

En una aparición frente a los medios, la regidora ha tachado el día de «histórico» para su ciudad, para la memoria democrática y para la cultura gallega. «Comenzamos la cuenta atrás para materializar el regreso de los profetas», ha proclamado, anunciando que Raxoi ha abierto ya el procedimiento para organizar el traslado de las esculturas a su depósito en un espacio provisional. A la vez, ha dicho, trabaja en determinar una ubicación definitiva para su conservación y exposición pública. Sanmartín ha apuntadoque se está discutiendo la cuestión con colectivos y expertos en restauración histórica, pero que, en todo caso, se deberán cumplir criterios de conservación técnica, aunque la intención es que queden expuestas al público, al que se le explicará «todo [sobre] lo que fue un largo proceso de lucha para conseguir este regreso».

Aunque no hay concretada todavía una fecha exacta para el traslado, la alcaldesa ha afirmado que se buscará «el camino más rápido, pero también el que tenga todas las garantías», para lo que el consistorio valora ya qué fórmula legal emplear al contratar el servicio. En cuanto a la carta de los Franco, firmada por el abogado de la familia, solicita también Raxoi le remita una propuesta de tasación de costas judiciales o, en su defecto, la cuantía correspondiente según los baremos legales. Con este paso, los Franco dan por zanjada formalmente su oposición a la entrega.

Al terminar sus declaraciones, la alcaldesa ha expresado su agradecimiento a los colectivos sociales implicados en el proceso y reconoció la labor de los últimos alcaldes de Santiago por su «determinación común» en la defensa del patrimonio público: tanto a Noriega, que inició la reclamación judicial en 2017; como a Xosé Sánchez Bugallo, que la mantuvo activa durante su mandato; y también al equipo técnico municipal, especialmente del área jurídica y patrimonial.

El Tribunal Supremo estimó en junio el recurso del Concello de Santiago y revocó la sentencia previa de la Audiencia de Madrid que daba la razón a los Franco. Consideró que hubo un «error patente en la valoración de la prueba», ya que la identificación de las esculturas como parte del Pórtico da Gloria era «clara» y estaba acreditada por documentos e informes periciales. Raxoi había alegado que compró las piezas en 1948 al conde de Ximonde por 60.000 pesetas y que pasaron a Meirás sin cesión legal, supuestamente por deseo de Carmen Polo. La familia del dictador defendía que Franco las adquirió por cauces legítimos y que la reclamación estaba prescrita, además de cuestionar que fuesen las mismas figuras. El Supremo desestimó estos argumentos ysubrayó que las esculturas presentan rasgos únicos –como una fractura– que coinciden plenamente con las descripciones históricas y periciales.