La familia del desaparecido en Gondomar descarta la marcha voluntaria: «Se fue sin comer y sin el móvil»

Por el momento, solo se sabe que el día de la desaparición había salido de fiesta por Gondomar y que la última persona que dice reconocerlo lo vio el viernes en Baiona. A partir de ahí nada en una semana en la que sus padres no han cejado en su empeño de dar con el desaparecido. Defienden que su hijo no se fue voluntariamente y creen que pudo marcharse con alguien porque él no tiene coche ni conduce y era normal que anduviese largos trayectos en solitario.

Lo que más inquieta a su entorno es que al día siguiente de que alguien lo viese en Baiona Albano no se presentó en su puesto de trabajo, un local hostelero en el que nadie sabe nada de él. No llamó para avisar de que no iría y tampoco ha vuelto a comunicarse con ellos. En sus tarjetas de crédito no hay movimientos desde el día de su falta y no hay constancia de que llevase dinero en efectivo encima suficiente para sobrevivir una semana sin acudir al cajero.

En el momento de la desaparición Albano vestía pantalón gris, botas estilo trekking, cazadora verde y visera tipo boina. Mide 1,70 centímetros, de complexión normal y pesa unos 74 kilos. No tiene pelo, lleva barba y gafas de pasta negras. Una de las opciones que los agentes barajaron al recibir la denuncia es que estuviese con algún amigo, pero nadie ha dado información sobre ello una semana después pese a la intensa búsqueda que se está realizando en el municipio en el que reside.

Esta mañana, la batida partió de la casa familiar y se adentró en un monte próximo por el que Albano solía pasear. Las búsquedas se retomarán en días posteriores. La familia insiste en que cualquiera que tenga algún dato sobre lo sucedido se ponga en contacto con la Guardia Civil o contacte con los servicios de emergencias a través de los números 642 650 775 ó 649 952 957.