Condenado a 12 años de prisión por intentar asesinar a su expareja en El Grove (Pontevedra)
El varón ostentaba una orden de alejamiento del domicilio familiar y se enfrenta a una multa de 100.000 euros
El acusado del crimen de Tirán es condenado a 25 años de cárcel por asesinato con alevosía
La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a 12 años de cárcel a un hombre que en 2018 intentó asesinar a su expareja, con la que mantuvo una relación durante 25 años, disparándole en dos ocasiones.
Los hechos ocurrieron, según ... el tribunal, «tras los reiterados rechazos y negativas a sus peticiones de perdón y de reanudar la relación sentimental». La Sala lo ha considerado autor de un delito de tentativa de asesinato, de maltrato habitual, de quebrantamiento de condena y de tenencia de armas prohibidas.
Además de la pena de prisión, el hombre se enfrenta a una orden de alejamiento durante 26 años, con instalación de dispositivo de control telemático para su cumplimiento, así como el pago de una indemnización de 100.000 euros.
El tribunal considera probado que el acusado sometió a su pareja a diversas vejaciones durante sus años casados, siempre en el domicilio común y en presencia de la hija de ambos.
Malos tratos en el domicilio
La Sala subraya que controlaba con una actitud sumamente celosa y violenta. Como ejemplos, indica que le rompía los enseres domésticos, la empujaba, la cogía por el cuello y le propinaba golpes y bofetadas.
De esta forma vulneraba su personalidad y su autoestima, «consiguiendo crear un clima de terror para que acatara todas sus decisiones, doblegando su voluntad», han expresado las magistradas.
En la resolución, además, destacan que el acusado incumplió las penas de prohibición de aproximación y de comunicación que le impusieron a partir del mes de noviembre de 2018.
Los hechos que han sido condenados
Según relatan en el fallo, en el año 2018, fue al domicilio de su expareja, pese a la existencia de la pena de alejamiento que se lo prohibía y entró en la vivienda con la voluntad de acabar con su vida.
En la sentencia, indican que, acto seguido se abalanzó sobre ella y le golpeó con el cañón de un revolver en el lado derecho de la cara y le disparó, sin perforarle, porque la víctima le golpeó la mano y desvió el tiro, consiguiendo que la munición sólo le arañara la mejilla.
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