Besteiro coge el rebufo del poder urbano del PSdeG

Lo hizo, primero, de la mano de su sucesor al frente de la Delegación del Gobierno. Aunque Pedro Blanco ostenta ahora el cargo que él ocupó de forma fugaz, tras la marcha a Madrid de José Miñones, fue Besteiro quien anunció novedades 'in situ' para Navantia, en Ferrol; o quien presumió del compromiso de Pedro Sánchez con Galicia junto al viaducto a medio reparar de O Castro, en la A-6. Este 'modus operandi' -por el que un simple candidato y «presidente de la Comisión de Transportes del Congreso» se erigía en portavoz gubernamental- no gustó en las filas del PP, que registró en el Congreso una iniciativa para pedir cuentas al Ejecutivo. Besteiro dijo no entender la polémica.

En la última semana, sin embargo, Besteiro ha cambiado de compañero de andanzas y ha incluido en su agenda de precampaña actos junto a los alcaldes urbanos socialistas: Lara Méndez (Lugo), Inés Rey (La Coruña) y, este jueves, Abel Caballero (Vigo). El candidato coge así el rebufo de los adalides del poder local socialista, uno de los principales activos en los que siempre cifra el partido su músculo y capacidad de tracción de voto, amén de ejemplos de hoja de servicio en la gestión más próxima al votante.

Con Lara Méndez, en su ciudad, Besteiro se fotografió hace dos miércoles con un collie para visibilizar una campaña para prevenir el abandono de animales de compañía. «Las mascotas no son juguetes», recordó. Un acto amable dos días después de la comida de Navidad.

El pasado martes, ya iniciado el nuevo año, el exsecretario general del PSdeG se puso más serio para comparecer en un parada de autobús de La Coruña con la alcaldesa y regidores y cargos de la comarca. Allí acusó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de desatender a más de 400.000 habitantes y de haber empeorado el transporte público. El transporte metropolitano no puede funcionar con «la rueda pinchada», tiró de juego de palabras con el apellido del mandatario.

Este jueves Besteiro completó la ronda con visita al referente local por antonomasia, Abel Caballero, con quien celebró haber compartido una «intensa jornada de trabajo (...) para mejorar la economía de los gallegos». Acompañado también por la presidenta del PSOE gallego, Carmela Silva, el candidato aseguró que acabará con la «Galicia de las dos velocidades». Y presumió de estar en contacto permanente con -y bien informado por- el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, preocupado por las amenazas de restricciones y aranceles a la flota gallega por el nuevo gobierno.

De paso, avanzó que este viernes estará en la ciudad olívica otro ministro, el de Transporte, Óscar Puente. Comparado con sus anuncios previos, apenas una nota al pie.