Activos tres incendios en Galicia con 3.000 hectáreas calcinadas y 700 desalojados
El que más preocupa es el del Barbanza, iniciado en Boiro, que lleva devoradas 2.000 hectáreas y ha saltado a Ribeira y A Pobra do Caramiñal
Este gran fuego ha obligado a desalojar un camping en Ribeira con 700 personas, de las que 300 han sido reubicadas en instalaciones municipales
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa segunda gran ola de incendios que sufre Galicia en lo que va de verano -por el momento, afortunadamente, de dimensiones muy inferiores a la anterior, que se llevó por delante más de 32.000 hectáreas- mantiene cuatro puntos de preocupación en el arranque de ... este sábado, que suman cerca de 3.000 hectáreas devoradas. Más de la mitad, en la comarca coruñesa del Barbanza: de Boiro las llamas han saltado a Ribeira y A Pobra do Caramiñal. La noche del viernes fue especialmente dura, pero el sábado ha amanecido algo mejor, al menos, en los dos primeros municipios.
Con información actualizada por la Consellería do Medio Rural a las 19.30, el que ha devorado una mayor superficie de todos los incendios activos en en Galicia, y el más preocupante en estos momentos, es el que se inició en la parroquia de Cures, en Boiro, y que lleva arrasadas unas 2.000 hectáreas. Eran 1.750 ha a primera hora de la tarde, 1.200 ha a mediodía, 1.000 ha al filo de las 9.00, 800 ha a las 8.00 y 400 ha a las 19.30 del viernes, lo que indica que está muy lejos de controlarse. Sigue activada como medida preventiva la Situación 2 por la proximidad de las llamas al núcleo de Piñeiro.
Intervienen, especifica Medio Rural, seis técnicos, 55 agentes, 98 brigadas, con apoyo de la Unidad Militar de Emergencia, la UME, y la asistencia de 51 motobombas, siete palas, dos unidades técnicas de apoyo, 14 aviones y 12 helicópteros.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se ha desplazado a mediodía al Centro de Coordinación Central de Incendios, en Santiago, para seguir «las labores de extinción de los incendios que siguen activos». «Como siempre, todo mi apoyo a las personas que los sufren y a los profesionales que los combaten», ha compartido el máximo responsable del gobierno gallego a través de un mensaje en sus redes sociales.
No Centro de Coordinación Central de Incendios, seguindo os labores de extinción dos lumes que seguen activos en Galicia.
— Alfonso Rueda (@AlfonsoRuedaGal) August 6, 2022
Coma sempre, todo o meu apoio ás persoas que os sofren e aos profesionais que os combaten pic.twitter.com/HvCb2O6x1j
José Ramón Romero, alcalde de Boiro, ha explicado en conversación con ABC que, «dentro de lo que cabe», en el término municipal están «más tranquilos», toda vez que en la noche del viernes se pudo contener el avance de las llamas, que no llegaron a obligar a desalojar vecinos. Eso sí, admite que han vivido, entre el jueves y el viernes, «dos días de locos», y que la segunda jornada las llamas se echaron «encima de las viviendas» y «estuvimos verdaderamente en riesgo», en el entorno del citado núcleo de Piñeiro.
Las condiciones climatológicas, lejos de ayudar a los servicios de extinción, dificultan su labor. Es lo que viene sucediendo todo el verano en Galicia. Son «propicias» para que «se propaguen a una velocidad muy grande» unos incendios «muy voraces», ratifica el alcalde de Boiro. En este caso, en el Barbanza, el peor enemigo es un «viento del nordeste» instalado desde hace días.
En Ribeira, 700 desalojados
El avance del fuego, no obstante, no para, y se propaga por la comarca del Barbanza. En apenas cuestión de 100 metros, se deja el término de Boiro y se entra en A Pobra do Caramiñal. Al filo de las 16.00 del viernes, se produjo el paso de un ayuntamiento a otro. En A Pobra, comenta el regidor boirense, han sido desalojados varios núcleos de población y una casa de turismo rural en la zona de Entrerríos; lo mismo ha sucedido en un camping, el Ría de Arosa 2, en A Curota, perteneciente a otro concello próximo, el de Ribeira. Otro problema de magnitud que se avista es la posible afectación al hospital comarcal del Barbanza, ya no solo por las llamas, sino también por el humo.
La mayoría de los 700 desalojados en Ribeira, en la noche del viernes, se hospedaban en el mencionado camping, según ha confirmado a ABC el alcalde de la localidad, Manuel Ruiz Rivas. También fue evacuado un núcleo de casas cercano, Balteiro. Unas 300 personas se encuentran acogidas en polideportivos del ayuntamiento: en A Fieiteira y en Palmeira. El resto, unas 400, optaron por marcharse.
Con la colaboración de Cruz Roja, que ha proveído del material necesario para que pasaran la noche, el concello les dio de cenar y esta mañana ha repartido el desayuno. No ha habido que lamentar daños personales, pero sí materiales. En la parte norte del camping, el regidor tenía constancia de que habían ardido ocho autocaravanas, pero desde el Ría de Arosa 2 aclaran que fueron siete los vehículos dañados, y que sucedió en «una zona muy pequeña del camping», en parcelas. El resto quedó «intacto», sin que se vieran afectadas las instalaciones propias del recinto.
Añaden, por teléfono, que se llevaron «un susto muy grande», porque fue «muy repentino todo». La Policía, a lo largo de la tarde, les informó de que «no había problema» porque el fuego «estaba lejos». Hasta que, «en cuestión de media hora, tuvimos que desalojar a toda la gente». Se encargó la Policía Nacional de Noia, otro municipio coruñés de la zona. Este sábado, al filo de las 14.00, estaba ya «más tranquilos», si bien aún no estaba «permitido el acceso» al camping; no es seguro. Lo impiden «varios conatos» de incendio en el camino de acceso que intentan solucionar los operativos antiincendios. Porque el fuego sigue activo en el monte de A Curota.
El alcalde explica que «la cosa pintaba bastante mal» el viernes pero después fue «mejorando la situación, sobre todo a partir de las 2, 3 de la mañana, dejando el riesgo inmediato de que pudiera llegar a cualquier vivienda ya más lejano». Al filo de las 12.00, comenta que medios aéreos y terrestres, con apoyo de la UME, atienden varios focos.
Sobre el hospital comarcal, si bien admite que «siempre» supone un motivo de inquietud, «la preocupación fue también clareando a lo largo de la noche». Los dispositivos antiincendios, incide, lograron a base de cortafuegos y otras medidas que el fuego no cruzara la línea crítica y accediera a la masa arbórea, momento en que «sería imprevisible».
El regidor de Ribeira destaca la implicación de los servicios antiincendios, los cuerpos y fuerzas de seguridad y los efectivos de emergencias: «Nos vimos arropados en lo difícil que es poder actuar en estas circunstancias contra un incendio forestal». Y pondera que «quizás» ahora la preocupación se traslada a sus vecinos de A Pobra do Caramiñal, por posible afectación a un polígono industrial y una bodega por el viento del nordeste.
«Parecía imposible controlar este monstruo»
Aquí, en A Pobra, hubo que desalojar el viernes por la noche la casa rural de Entrerríos -a sus tres propietarios y 10 huéspedes-, que en la tarde del sábado ya han podido regresar al recinto. Previamente, también el viernes, se desalojó a 28 personas, instaladas en cabañas en árboles, algo más arriba, a los vecinos de la aldea de Sampaio, al completo, y a algunos del núcleo de Vilas, si bien en ambos casos también han regresado, indica el alcalde, Xosé Lois Piñeiro, a ABC, a media tarde.
En Vilas, explican al filo de las 18.00 desde Protección Civil, que pasaron la noche «defendiendo» la zona de Entrerríos, se centran ahora los medios, aunque no hay un «riesgo inminente». El fuego avanza por el monte ladera abajo, pero frenado incluso por momentos por el viento.
El alcalde es sincero en conversación telefónica: «Hubo un momento, a media mañana, que parecía que no iban a ser capaces los medios aéreos de controlarlo, porque se reprodujeron focos en distintos puntos». Con el paso de las horas, afortunadamente, los efectivos «siguieron insistiendo» y se pudo doblegar a las llamas. Del pesimismo a un cierto optimismo, aunque siempre con «toda la precaución», porque «en cualquier momento se reaviva el viento», y con más fuerza.
Las llamas avanzaban por zonas de difícil acceso, cuenta el regidor, donde no se puede llegar ni con motobombas ni con mangueras. De ahí la inquietud. Pero lo peor parece haber pasado. «De la desesperanza que teníamos a media mañana, que parecía imposible controlar este monstruo, que nos envolvía por todos lados», a la «perspectiva de que sí» podrá ganarse esta batalla. Y otra muestra de sinceridad tras horas durísimas: «Si pasamos otra noche como la de ayer sería terrible, porque el frente está mucho más cerca de las casas».
Mejora Caldas, empeora Ponte Caldelas
El de Verín, en la provincia de Orense, con más de 10 focos diferentes prendidos por un pirómano el pasado miércoles, permanece con 600 ha quemadas y una evolución favorable, hasta tal punto que, a las 16.22, Medio Rural lo ha dado por estabilizado.
En Pontevedra, dos incendios activos. El de Saiar, en Caldas de Reis, suma 450 hectáreas pero evoluciona favorablemente y ya está desactiva la situación 2. En cambio, esta ha tenido que implementarse en el de Xustáns, en Ponte Caldelas, que de unas 20 ha a última hora de la tarde del viernes ha pasado a 350; aquí las llamas están próximas al núcleo de A Canicouva. Este fuego ha sido el último en iniciarse, a las 19.35 del viernes.
Por lo demás, ya están controlados los fuegos de O Pereiro, en A Mezquita (Orense), con 150 ha calcinadas; y los dos de Arbo: el de Mourentán, que pasó a este estatus a las 23.00 del viernes, tras perderse 400 ha; y el de Barcela, que se llevó por delante 82 tras entrar desde Portugal.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete