Muere un joven que fue pateado por cinco personas que se dieron a la fuga

Los testigos del ataque indicaron que el grupo huyó a la carrera dejando al joven postrado en el suelo, y que se dividieron en dos grupos durante su huída. Estaban acompañados por dos mujeres que también escaparon del lugar cuando una pareja de viandantes se percató de lo que estaba ocurriendo y dio aviso a la Policía Local. El «nerviosismo» impidió a las personas que auxiliaron al fallecido aportar una descripción de los agresores, pero la persona que estaba al otro lado del teléfono durante la videollamada sí dio a los agentes una descripción: cinco muchachos, uno de ellos «de tez oscura, pelo corto moreno, pantalón vaquero negro, zapatillas Nike y plumífero negro» . Junto a él iba una chica con un vestido negro y un abrigo del mismo color, que salió corriendo en dirección a la Plaza de Portugal.Los primeros en personarse en el lugar fueron los agentes de la local, acompañados por los servicios de emergencias que durante cerca de una hora trataron de reanimar al joven, logrando que recobrase el pulso antes de su traslado al hospital.

La víctima de la paliza murió al poco tiempo de llegar al hospital , dada la gravedad de las heridas provocadas por los golpes y las patadas que recibió en la cabeza. Además de recabar los testimonios de quienes presenciaron el ataque y la posterior fuga, los agentes de la Policía Judicial de la Policía Nacional de La Coruña encargados de las pesquisas están revisando las cámaras de seguridad de los locales cercanos para aclarar lo sucedido, por lo que algunos de los participantes podrían haber sido ya identificados.

La muerte del joven coruñés -de nombre Samuel L. M. y residente en Arteixo- se produjo en la segunda noche en la que los locales nocturnos volvieron a levantar la verja tras meses de inactividad. Según los datos recabados por Ep, más allá de la identificación de botellones, principalmente en La Coruña y Vigo, el mayor problema se dio a las puertas de los establecimientos a la hora del cierre, con aglomeraciones que motivaron la intervención de los agentes de la Policía Local. En todo caso, muchos de los negocios de la hostelería nocturna mantuvieron la verja bajada en la segunda noche en la que podían reabrir sus puertas, la primera en fin de semana. «La gente tiene miedo a que si abren, la semana que viene tengan que cerrar. Quieren ser conservadores», manifestó el presidente de Galicia de Noite y propietario de la sala herculina Pelícano, Luis Diz, que resaltó que el empeoramiento e los datos epidemiológicos de estos días se debe a los «desfases» de las pasadas semanas «por aglomeraciones en las calles».