La fuga de amoniaco del atunero en Seychelles se saldó con ocho heridos y dos muertos

Las primeras hipótesis tras conocerse el accidente, sobre las 21 del miércoles, apuntaban a que la fuga había provocado una explosión que terminaría con la vida de estos dos gallegos. Sin embargo, fuentes de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) consultadas por Ep explicaron que fue la inhalación de amoniaco lo que provocó el fallecimiento de los tripulantes.

Una delegación de la empresa viguesa Compañía Europea de Túnidos, propietaria del buque, partió ayer rumbo Seychelles para agilizar los trámites necesarios, como las repatriaciones de los cuerpos. Se espera que tarden al menos un día en llegar al lugar.

La Opagac lamentó en un comunicado el fallecimiento de los tripulantes y deseó una pronta recuperación de los heridos. El marinero que continúa hospitalizado sufre una insuficiencia respiratoria tras el accidente, pero «no corre peligro», como declaró Miñones. Ahora, se realiza un acompañamiento ante el «shock» por lo sucedido. «Opagac expresa su solidaridad y apoyo a los familiares y amigos de los fallecidos y pone a su disposición y a la de la compañía propietaria del buque todos los recursos que crean necesarios en estos momentos tan duros para tratar de paliar lo más posible el dolor causado por este suceso», indicó.

En la rueda de prensa posterior al Consello, el mandatario gallego también lamentó esta nueva pérdida en el mar, tras lo ocurrido -dijo- con la tragedia en el Villa de Pintanxo hace ahora cuatro meses. Alfonso Rueda indicó que la conselleira do Mar, Rosa Quintana, le confirmó que las dos víctimas mortales se corresponden, además, con las dos únicos marineros españoles, ambos gallegos, que formaban parte de la tripulación.

Rueda confirmó que hay «una investigación abierta», pero precisó que de forma oficial desconocen el detalle de las posibles causas del accidente.