Francisco González: «Orense y Lugo tienen mucho que aportar en el futuro del turismo»

—¿Qué cifra se marcan para este año?

—En 2015 hemos logrado los 4.400.000 viajeros. Es un dato superior al fijado. Vamos a ver cómo van los primeros meses de reservas en 2016. En Fitur ya testaremos la situación. No me atrevería a hablar de los 5 millones de viajeros, pero trabajamos para ello.

—¿El sector está aún lejos de lo que podría llegar a ser en la Comunidad?

—Hay temporadas como julio y agosto, los puentes y Semana Santa cubiertas muy bien por el mercado nacional, pero queda mucho por hacer en el internacional. Tenemos mucho que decir: ya superamos el 11 por ciento de PIB y los ingresos del turista internacional son muy importantes; superamos a mercados como el del vino. Tenemos muchísimo recorrido, pero necesitamos seguir trabajando con la administración de la mano. Parte del éxito logrado es por esa gestión público-privada con la Xunta que debemos exportar a concellos y diputaciones.

—¿En el ámbito local están teniendo problemas de moratorias y licencias con las nuevas corporaciones?

—No quisiera llamarlo problema y espero que no lo sea. Los nuevos ayuntamientos tienen que terminar de asentarse. Los empresarios hemos tendido la mano a todos para trabajar juntos. No hay mejor fórmula. Si alguien tiene experiencia en el sector turístico sobre cómo trabajar o cómo crear oferta y promoción, ese es el sector privado. Y está dispuesto a ofrecer ese conocimiento a las nuevas corporaciones. Los empresarios no queremos barreras ni diferencias, queremos trabajar y llegar a acuerdos comunes.

—¿Por qué no se consigue la rentabilidad deseada de la que habla?

—La rentabilidad tiene varios factores y uno es la estacionalidad. También es cierto que los principales focos turísticos de Galicia tienen una oferta hotelera sobredimensionada y eso hace que no podamos cobrar lo que otros destinos como San Sebastián. Es necesaria la especialización de nuestra oferta, sobre todo en alojamiento. Si todos damos lo mismo, es difícil lograr esos precios. Ya no podemos ofrecer simplemente una habitación porque al cliente no le sirve. Hay que pensar que al mercado asiático no le podemos plantear la misma oferta que al francés o al anglosajón. El paso en el que estamos ahora mismo y que no debemos frenar es el de la mejora en la formación y la calidad.

—¿Hay un turismo a dos velocidades? Zonas como la Ribeira Sacra, con mucho potencial, están por explotar.

—Sin duda. La Ribeira Sacra es un lugar espectacular y tenemos trabajo por hacer a nivel de empresarios y de promoción. De los trenes turísticos de la temporada estival es el primero que se llena. Esa es la esperanza que tiene este sector con respecto a lugares donde el turismo está más que consolidado. Pero tenemos que controlar el flujo de los turistas. No podemos dañar sectores que funcionan. Orense y Lugo tienen mucho que aportar en el futuro del turismo gallego con la combinación gastronomía-vino, el enoturismo y el valor añadido del termalismo.

—¿Persisten problemas con los apartamentos turísticos no reglados?

—Hemos trabajado con la administración en el nuevo decreto de apartamentos y viviendas turísticos y esperamos que se pueda aplicar en dos o tres meses. Transmitimos nuestra preocupación a la administración. Entendemos que ese sector existe, pero queremos una regulación y garantías de la calidad que se da. Todo el mundo tiene derecho a vivir, pero tenemos que trabajar en las mismas condiciones.