Galicia
Alfonso Basterra, la otra cara de la moneda
El suicidio de Rosario Porto, la madre de su hija, pone ahora el foco sobre un hombre solitario y soberbio que ha aprendido a pasar desapercibido en la prisión donde esta mañana le notificaron la muerte de su exmujer
Basterra, durante el juicio por el asesinato de su hija, Asunta
La vida intramuros del marido de Rosario Porto tiene poco que ver con la montaña rusa de emociones que vivió su mujer desde su ingreso en prisión, siete años atrás. La popularidad del crimen por el que Alfonso Basterra fue condenado a 18 años de cárcel ... no jugó a su favor en los primeros meses entre rejas, durante los que sufrió agresiones por parte de otros reclusos que él mismo relató en el juicio por el crimen. Uno de estos altercados tuvo como protagonista a un preso de nacionalidad rusa y obligó al cambio de módulo de Basterra, que nunca ha sido trasladado del penal del Texeiro (La Coruña).
Sin embargo, con el paso de los años Basterra se ha ganado el respeto del resto de internos, con los que ha aprendido a convivir sin problemas ni rencillas. Acerca de su día a día en la prisión, fuentes del penal coruñés explican que ha colaborado en talleres como el de panadería y que dedica mucho tiempo a la lectura . El periodista tampoco ha demostrado nunca ningún atisbo depresivo que pudiera hacer pensar en un final como el de su exmujer y su evolución en los últimos años ha sido lineal.
Con un horizonte incierto por delante, Basterra partía de la misma situación judicial que Porto a la hora de solicitar unos permisos penitenciarios (como su primera salida a la calle) que tampoco han llegado. Con un tercio de la pena ya cumplida , en su contra juega la gravedad del crimen por el que fue sentenciado y también la falta de una persona de apoyo en el exterior. Además, en el caso de Basterra tampoco ha mediado nunca el arrepentimiento, lo que dificulta esta progresión en su condena.
Dueño de una personalidad altiva, introvertida y un tanto soberbia , según su entorno lo llegó a describir, la actitud con la que Basterra encara la vida no parece haber variado en su paso por la cárcel. Los funcionarios coinciden, en este sentido, en señalar que se trata de un hombre temperamental que sabe controlar sus instintos y que ha aprendido a pasar desapercibido en un medio en el que no figurar es la mejor de las estrategias. Tras serle comunicada esta misma mañana la noticia del suicidio de su exmujer , con la que pasó más de dos décadas de su vida, el penal ha activado sobre él, y por protocolo, el plan antisuicidios .
La relación de esta pareja, siempre cambiante y dependiente, se rompió tras la desaparición de Asunt a y la inmediata detención de ambos. Antes de la celebración del juicio, sí se intercambiaron alguna carta, pero Basterra y Porto llegaron a la vista oral distanciados y con estrategias de defensa independientes. Una vez sentenciados, la relación nunca se volvió a restablecer.