Suscribete a
ABC Premium

35 años de la investidura de Fernández Albor: Palabras para una Galicia que estaba por estrenar

Bienintencionado, su discurso agarró de la mano al autogobierno hasta nuestros días

Gerardo Fernández Albor, como primer presidente de la Xunta, en una imagen de 1982 ARCHIVO ABC

MARIO NESPEREIRA

Tuvieron que poner una bomba de calor industrial en el Pazo de Xelmírez , aquel 8 de enero de 1982 , para que no se congelaran ni sus señorías ni el frontispicio de la autonomía. En la dimensión almidonada, húmeda y ortodoxa, ... nunca estuvo Galicia tan cerca de asimilarse con la Casa de los Comunes inglesa : el asiento de los diputados y el del autogobierno se hacían abriendo los codos y clavándose la vista al frente. «Los únicos capaces de dar a los gallegos luz a su noche, pan a sus demandas y dignidad a su vida» estaban —así lo había deseado Castelao— en aquel resueto parlamentario. Albor lo iba a estrenar como primer presidente del país.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia