Wayne Holmes: «Las escuelas no pueden restringir el uso de la Inteligencia Artificial como tampoco lo hicieron con Wikipedia»

Doctor por la Universidad de Oxford, profesor asociado en la Facultad de Educación y Sociedad de la University College de Londres (UCL), director del grupo de expertos en la Inteligencia Artificial y Educación (IA&ED) del Consejo de Europa y consultor de la unidad de Tecnología e Inteligencia Artificial en la Educación de la UNESCO, Holmes atiende a ABC antes de impartir una conferencia en el 7º Foro Innovación Educativa en la Fundación Bancaja de Valencia, organizado por Caxton College.

El experto en IA sostiene que los sistemas de enseñanza, tanto tradicionales como tecnológicos, serán «verdaderamente personalizados» cuando ayuden al estudiantado a «convertirse en lo mejor que pueden llegar a ser personalmente para autorrealizarse». Así, defiende la necesidad de seguir fomentando el «pensamiento crítico» y avisa de los peligros de un uso indebido de nuevas herramientas digitales dentro de las aulas.

P - Hace 600 años fue la invención de la imprenta. Después llegó la radio, la televisión, los ordenadores, Internet, las redes sociales y ahora la IA. ¿Cree que va a revolucionar la educación?

R - La IA ya está teniendo un impacto considerable en la educación pero no por los motivos que debería, ya que este avance tecnológico es muy diferente de los que mencionas.

P - Entiendo que uno de los impactos más positivos de la IA en la educación se podría encontrar en un mayor personalización del aprendizaje. ¿Podrá adaptar los métodos de enseñanza a las necesidades individuales de cada alumno?

R - El aprendizaje personalizado es un mito. La primera vez que se habló de ello fue en los años 30 y no tuvo razón entonces y noventa años nos siguen prometiendo lo mismo pero no ha sucedido así. Hay tres problemas, el primero es que el tipo de personalización que defienden no es real porque ponen a todos los alumnos en el mismo saco. El segundo es que olvidan que el profesor en el aula está constantemente personalizando cada minuto en la enseñanza de los alumnos. Y el tercero es de dónde viene la idea de que haya que personalizar la educación, algo que últimamente parece intensificarse con Netflix o Amazon y en realidad no es una buena idea porque la educación nunca se ha basado en esa idea.

P - Al igual que se especula que la IA puede acabar con puestos de trabajo en otras industrias, ¿podría hacerlo también en el sistema educativo? ¿Puede sustituir de alguna manera al profesorado?

R - Ya existe una escuela en Texas (EEUU) que ha decidido que no necesita profesores y una junta de cualificación de la misma región que ya no quiere examinadores y ambos se están equivocando de pleno. La IA tendrá un impacto que hará que algunos trabajos desaparezcan y que se creen algunos nuevos. A nivel general en la sociedad habrá labores que mueran y otros nazcan pero no habrá mucho cambio salvo para el individuo cuyo empleo pueda terminar. Pero en la escuela es diferente. El que dice que puede sustituir a un profesor no entiende nada ni de la herramienta ni de la educación.

P - ¿Pueden las escuelas ser capaces de mantener su misión de desarrollar el espíritu crítico y formar a los ciudadanos del mañana si continúa la expansión de la Inteligencia Artificial?

R- Puede y es esencial que se mantenga la enseñanza del pensamiento y el espíritu crítico. Los jóvenes lo necesitan de una manera fundamental y con el avance de la IA es cada vez más evidente que se vuelve todavía más importante.

P- Una de las herramientas más populares de la Inteligencia Artificial es el Chat GPT. Algunos estudiantes le dan un mal uso pidiéndoles trabajos enteros o labores concretas que pueden reducir su capacidad de asimilar los conocimientos. ¿Cómo se puede combatir esta mala práctica?

R- Tuvimos el mismo problema cuando surgió Internet o Wikipedia sobre cómo se podía comprobar si los estudiantes lo habían utilizado de manera fraudulenta. Ahora, algunos dicen que hay herramientas para comprobar si se ha empleado ChatGPT para un trabajo, pero no es verdad. No existe tal herramienta. Por ello, creo que si no superamos el reto de saber si un estudiante estaba haciendo un mal uso de Wikipedia en su momento, no podemos restringir ahora el uso de la IA. Como no se puede saber si un estudiante ha usado esta herramienta o no, lo que hay que hacer es trabajar con él para que entienda y desarrolle el razonamiento crítico y entienda para qué se puede usar y cómo hacerlo de forma que le pueda beneficiar.

P- ¿Qué planes tiene para fomentar un buen uso de la IA en la educación?

R- Estoy trabajando con la ONU y el Consejo Europeo sobre los Derechos Humanos para fijar pautas sobre el uso de la IA que eviten que pueda afectar negativamente a los derechos humanos de los alumnos. No pretendo decir que no se emplee sino que se sepa cuándo se le da un buen uso y cuándo no. Hoy día existen muchas herramientas que se utilizan en colegios gestionadas por empresas que valen millones y tratan a los escolares como trabajadores, cuando en 1974 ya se fijó que el derecho de los niños excluía la explotación económica.