Cesan a Pérez Pont, el 'agitador' de la cultura contemporánea en Valencia entre luces y sombras

Como ha informado ABC, el Consorcio «acumulaba varios informes de intervención y auditoría desfavorables que se han sucedido de manera constante y reiterada». Documentos que revelan «arbitrariedad en la toma de decisiones ya que, de forma continuada, se está incumpliendo la normativa aplicable», agrega Añó en un comunicado, por lo que «no se le puede mantener en el cargo bajo ningún concepto».

El departamento que dirige Vicente Barrera (Vox) hace referencia también al informe del Instituto Valenciano de Restauración y Conservación que denuncia «el mal estado» de las obras de la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat en un almacén que no reúne las condiciones idóneas. Todo ello se ha puesto encima de la mesa en la reunión del Consejo General, en el que está representada la Administración autonómica, los Ayuntamientos de las tres capitales de provincia y las tres diputaciones. Solo una de sus diez componentes -la representante del Consell Valencià de Cultura- ha votado en contra de la destitución.

El cese «disciplinario» de Pérez Pont -«por transgresión de la buena fe contractual»- se producirá, oficialmente, este miércoles. El organismo deja así en el aire la continuidad del modelo aplicado en el Centre del Carme de Valencia, la joya de la corona convertida en uno de los principales «agitadores culturales» de la ciudad, como su hasta ahora gerente reivindica.

El futuro, ante las luces y sombras del pasado, es incierto. Se desconoce quién le relevará. De momento, y a la espera de un concurso, la secretaria autonómica asumirá sus funciones de forma interina, con la idea de implantar en el Consorcio la misma estructura 'bicéfala' de otras instituciones como el IVAM, que cuenta con una directora artística y con un gerente.

Crítico de arte, comisario de exposiciones y abogado, José Luis Pérez Pont fue el azote de la gestión de Consuelo Císcar en el IVAM durante su etapa al frente de la Asociación Valenciana de Críticos de Arte, cuando recriminó en multitud de ocasiones la falta de transparencia de la entidad pública. Era la época en la que el PP encadenaba mayorías absolutas en el territorio, aunque él siempre ha defendido que no hace política, sino programación cultural.

La izquierda lo eligió -entre tres candidatos- a través de un concurso público de méritos. Tras la llegada al poder de PSPV, Compromís -que ostentaba las competencias en la materia- y Podemos, relevó en 2016 al fallecido Felipe Garín y capitaneó la apertura del museo de la capital del Turia al arte contemporáneo, con una fuerte apuesta por el talento joven. Un sector demográfico entre el que ha ganado enteros, por su apuesta por lo visual en la era de las redes sociales, la música en vivo y las actividades infantiles.

La memoria histórica, los movimientos sociales, el cambio climático o los derechos del colectivo LGTBI han sido temas -asociados a la agenda de la izquierda- recurrentes en las exhibiciones del centro, que ha experimentado un importante incremento de público año tras año. Su gerencia se inició con 76.000 visitantes, cuando la entrada empezó a ser gratuita. En todo 2022 pasaron por el Centre del Carme 346.000 personas, con las muestras relacionadas con las Fallas como uno de sus principales atractivos.

El mandato -renovado para un lustro más en 2021- no ha estado exento de polémicas, más allá de la gestión económica. Pérez Pont tiene en su haber una condena judicial por delito leve de daños imprudentes en el patrimonio. Se le multó con mil euros por aprobar un grafiti del dúo de artistas PichiAvo en las paredes del claustro renacentista del Centre del Carme. Además, la Agencia Valenciana Antifraude reclamó al Consorcio de Museos que se planificara mejor para evitar abusar de contratos urgentes o menores. El PP ya pidió entonces su dimisión.

A ello se suma un conflicto con la plantilla por la aprobación en 2017 de una Relación de Puestos de Trabajo para sacar a concurso las plazas del Consorcio, que incluso desembocó en una denuncia de algunos trabajadores que aseguraban haber recibido un trato «humillante».

Aunque no es la única destitución prevista en la gestión cultural pública, el de José Luis Pérez Pont ha levantado una auténtica polvareda en el sector e incluso se celebró una concentración este martes por la tarde. Los manifestantes han reivindicado el trabajo «encomiable» del ya exresponsable, quien ha «transformado» el recinto cultural, y ha advertido de que la destitución supondrá «un retroceso» y una «vuelta atrás» en materia de política cultural. Y algunos de los asistentes han desplegado una fotografía del conseller de Cultura, Vicente Barrera, que han mostrado boca abajo y pisoteado en el suelo.

Seis asociaciones de las artes visuales han emitido un comunicado conjunto en el que expresar su malestar ante lo que consideran «una flagrante falta de consideración», pues acordaron con la Conselleria, «no vincular la renovación de cargos o direcciones en los centros y museos de la Generalitat con cambios políticos».

«De este modo se garantiza que los programas se cumplan con independencia y libertad, tanto en el ámbito cultural como en el sector de las artes visuales» , lamentan. En esta línea, temen que se esté «volviendo a una voluntad de control por parte de aquellos que denuncian la ideologización de la educación y la cultura por los antiguos gobernantes, a un control desde la prepotencia descarada». Al mismo tiempo, consideran que este «innecesario» cese «rompe una dinámica de mejoras profesionales basada en las buenas prácticas».

El propio afectado ha lanzado un mensaje en X -antes Twitter- en el que agradece el apoyo y advierte a sus seguidores de la publicación de noticias sobre su gestión para difamarle: «Os pido que no las creáis. En su momento, hablaré».

Los partidos de la oposición -PSPV y Compromís- también han criticado la salida de Pérez Pont, en lo que consideran una decisión «sectaria» a pesar de una «magnífica gestión».

El portavoz socialista de Cultura en Les Corts, Jose Chulvi, ha pedido al conseller Vicente Barrera que rectifique: «La cultura es un espacio de encuentro, no de confrontación que es a los que nos quiere llevar este nuevo Consell, que ya ha conseguido que el mundo cultural salga a la calle a escasos meses de haber comenzado a gobernar».

Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha lamentado que se eche «a un director que convirtió un museo olvidado por el PP en un referente internacional que cuadriplicó asistentes».