Multa de 540 euros y curso de igualdad por insultar y lesionar a miembros del colectivo LGTBI: «Ni me roces, se pega»
El acusado ha aceptado la pena este jueves antes de celebrarse el juicio en la Ciudad de la Justicia de Valencia
Condenan a dos años de internamiento al menor que extorsionó a Francis Montesinos con un vídeo sexual
Imagen de archivo de la Ciudad de la Justicia de Valencia
Un hombre ha aceptado la pena de seis meses de prisión por insultar y lesionar a integrantes y simpatizantes del colectivo LGTBI, a los que llegó a decir: «Ni me roces, se pega». Así se desprende del acuerdo alcanzado este jueves, momentos ... antes de celebrarse el juicio en Valencia, entre el acusado y Fiscalía, por el que ha reconocido los hechos y se le han fijado la condena por un delito de odio, además del pago de una multa de 540 euros.
También se le ha condenado al pago de otra multa de 90 euros por cada uno de los dos delitos leves de lesiones. Al hombre se le suspenderá la pena de prisión con la condición de que se someta a un curso de igualdad, según ha explicado Susana Gisbert, la fiscal encargada de este procedimiento, en declaraciones a Europa Press.
Los hechos se remontan al 19 de marzo de 2024, cuando el hombre, puesto en común acuerdo con seis menores de edad contra los que no se sigue este procedimiento, sobre las 1.45 horas abordó en un parque de la zona de Ayora a cuatro personas a las que identificaron, por su aspecto, como integrantes o simpatizantes del colectivo LGTBI, como en efecto eran.
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En ese momento comenzaron a dirigirles insultos y expresiones homófobas como «maricones», «maricones de mierda» o «ni me roces, que se pega». A continuación, les golpearon.
Una vez uno de ellos estaba en el suelo, tanto el condenado como sus acompañantes siguieron golpeándole e insultándole, llamándole nuevamente «maricón» por su orientación sexual. Como consecuencia de la agresión, éste sufrió varias lesiones en el mentón y en el pómulo que precisaron asistencia médica.
Otro de los agredidos sufrió también una contusión en una rodilla de la que no fue asistido médicamente al no acudir a un centro sanitario debido al fallecimiento de un familiar pero que hubiera precisado una primera asistencia facultativa y hubiera ocasionado siete días de perjuicio personal básico por pérdida temporal de calidad de vida. Los perjudicados se sintieron profundamente humillados a consecuencia de lo ocurrido.
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