AL PUNTO
Periodismo fariseo y política cínica
¡Ah si esos periodistas y políticos se aplicasen con el mismo afán y vehemencia a denunciar que son 379 los crímenes de ETA que siguen sin ser esclarecidos!
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Iniciar sesión¡Ah, la inmediatez del periodismo! Lees un rótulo en la pantalla del televisor que se refiere a un político «condenado por violencia de género» y el asunto te pide un artículo reprobando su conducta. ¿Cómo no vas a solidarizarte con la víctima y repudiar ... es comportamiento? La noticia no da más detalles de lo ocurrido, pero tú deduces que debe tratarse de un hecho reciente, que la violencia ha sido mucha, y el rechazo debe ser total.
Supones mal, porque la información es incompleta. Y por incompleta, tendenciosa. Porque te hablan de un hecho ocurrido hace más de veinte años que ya fue objeto de su correspondiente sanción penal. Que la violencia fue verbal y no física. Que el sancionado ya cumplió con la ex familia y con la sociedad.
Los muy interesados en levantar y airear el caso, más trinchera que tribuna, recurren a la hemeroteca, la suya propia, se meten en el túnel del tiempo y regresan con un titular como arma arrojadiza. Que veinte años no son nada, vienen a decir, si de lo que se trata es hozar en un asunto liquidado para las partes afectadas y la Justicia, pero que conviene divulgar a los efectos para que se conviertan en impertinentes. Porque de eso se trata, de retrotaer al espectador, lector u oyente a dos décadas atrás pero dándole a entender que acaba de ocurrir.
¡Ay del periodismo y no digamos menos de la política cuando se practica de modo tan fariseo, mendaz, falaz, cínico y embustero! En las urnas, tan lejos como el 28 de mayo, 167.250 votantes de la provincia de Valencia dieron su voto a la candidatura de Vox encabezada por Carlos Flores Juberías. ¿Cuántos de ellos no sabían del problema que hace veinte años tuvo el candidato al que ellos y ellas habían decidido votar? Pues se supone que todos estaban enterados dada la amplia difusión de los medios –eso dicen— y su insistencia –a la vista de su pertinaz contumacia— con que se encargaron de refrescarles la memoria. Pese a ello, y mal que les pese, 167.250 votos fueron para Carlos Flores.
No veo la misma insistencia, interés, ni tampoco la más mínima exigencia, en condenar hechos de mayor violencia, por ser física y con lesiones, y sí mucho cinismo cuando el agresor es de su mismo partido, asunto sobre el que se corre un tan tupido como estúpido velo, tras el que ha permanecido escondido la paliza que el dirigente socialista Jesús Eguiguren dio a su ex, y por la que fue condenado a diecisiete años de prisión. Por agredir «con las manos, un paraguas y un zapato» a su exmujer, pese lo cual el Partido Socialista de Euskadi lo tuvo y mantuvo como su presidente durante doce años.
¡Ah si esos periodistas y políticos se aplicasen con el mismo afán y vehemencia a denunciar que son 379 los crímenes de ETA que siguen sin ser esclarecidos! Pero no. Les basta con decir que la banda asesina, separatista y terrorista ya no mata. Y que un farsante desvergonzado y sin pudor alguno se atribuya el mérito de que fue su gobierno el que lo consiguió, es prueba evidente de lo muy averiado que tiene su ego. Y, más aún, su memoria.
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