Una brigada municipal causó el incendio que ya ha quemado 4.000 hectáreas en Castellón
Un calor veraniego y vientos de Poniente propagan un fuego por el que la Guardia Civil investiga a cuatro operarios
Fuego contra fuego y cargas de precisión desde el aire para atajar el incendio de Castellón
Última hora en directo del incendio de Castellón: Pedro Sánchez visita la zona con el fuego activo
J. L. F. / D. M.
VALENCIA
Una brigada municipal pudo causar accidentalmente al limpiar una senda el primer incendio forestal de grandes dimensiones en 2023 en España, que se propagó este viernes con rapidez en el interior de la provincia de Castellón y ha arrasado más 4. ... 000 hectáreas en 24 horas. Favorecido por unas temperaturas más propias del verano y fuertes rachas de viento, el fuego se extendió hasta alcanzar un perímetro de 40 kilómetros y 1.500 personas fueron evacuadas de ocho poblaciones, la más conocida Montanejos. Además, las llamas se acercan al paraje natural de la Sierra de Espadán.
La Guardia Civil investiga a cuatro operarios de la brigada de limpieza de Villanueva de Viver. Se les atribuye la comisión de un presunto delito contra la seguridad colectiva y este viernes se acogieron a su derecho a no declarar. Las chispas de una desbrozadora provocaron el fuego en una senda forestal y los propios trabajadores dieron la alerta al 112, después de intentar sofocar las llamas.
«Lo vi ardiendo todo», relató un anciano desalojado en Puebla de Arenoso, que tuvo que dejar a sus mascotas en casa por la urgencia cuando se acercaban las llamas, aunque no llegaron a producirse daños materiales. Cuando este testigo de la catástrofe se marchó, sin embargo, «de lo que llegaba a la vista, no quedaba nada en absoluto», un paisaje nítido de destrucción. Otro vecino que durmió en el coche con dos perros y dos gatas –suyos y de su hija– para que los animales no le dieran la «serenata» al resto de desalojados, tenía su propia explicación de cómo se pudo desbocar el fuego. «Hacía mucho tiempo que no llovía; no hay ganadería para limpiar los bosques y, salvo los municipales, los privados no están limpios, por lo que cualquier pequeña cosa que pase, el incendio estaba más que asegurado», reflexionó.
Mascarillas de pandemia
Desde la Conselleria de Sanidad lanzaron por la tarde la recomendación a toda la población de las zonas próximas al incendio de permanecer en espacios interiores, cerrar ventanas y cualquier entrada del aire del exterior, así como el uso de mascarillas tipo FFP2 para protegerse de las partículas generadas.
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Después de pasar la noche en albergues habilitados en Segorbe y Onda, además de en algunas viviendas particulares, los evacuados preventivamente aguardan ahora para poder regresar a lo largo del fin de semana a sus hogares, la mayoría con la incertidumbre de no saber qué se encontrarán. En los casos en que necesitan con urgencia algún medicamento en sus casas, acuden acompañados por la Guardia Civil o guardas forestales.
«A la gente les han sacado de sus casas y también habría que defender sus derechos», se queja Vicente Balaguer, exalcalde de Fuente La Reina, que tuvo que cerrar su bar y hubiera «asesorado» con gusto «igual que otros vecinos que también conocen bien el terreno» a los servicios de emergencia del amplio dispositivo desplegado, con medio millar de efectivos de Bomberos, la UME del Ejército y refuerzos enviados desde Valencia, Murcia y Alicante, entre otros.
«Cómo te llevas al perro, o una gallina, aquí vivimos en plena naturaleza y hay cosas que son imprescindibles», describe Balaguer, que apreció algunos problemas de «coordinación» en los desalojos: «En una residencia de mayores, primero les dijeron que no había peligro y no pasaba nada, y luego a las once de la noche les hicieron salir de las camas».
Población mayor
La catástrofe, que se ha extendido a un perímetro de 40 kilómetros (como la ciudad de Valencia) y al cierre de esta edición seguía sin control, ha trastocado la tranquila vida cotidiana en ocho poblaciones afectadas del ámbito rural, donde se llevaron el sobresalto desde una familia de refugiados ucranianos a una pareja que se alejó del bullicio de las Fallas valencianas celebradas la semana pasada. Muchos de los afectados son personas mayores con limitaciones de movilidad, que pasaron la primera noche en dos polideportivos y luego fueron reacomodados en hoteles, cámpings y otros alojamientos. Algunos escaparon del fuego en sus vehículos y otros en bus.
A las malas condiciones meteorológicas –hasta 30 grados y vientos racheados de Poniente–, en un entorno con barrancos donde las tareas de extinción sólo se pueden realizar desde con medios aéreos, se sumó una gran cantidad de broza seca por falta de humedad en el ambiente y de limpieza en invierno, que se convirtió en «combustible vegetal», tal como explicó el portavoz provincial de los Bomberos en Castellón, Manolo Nicolás.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, opinó desde Bruselas que este incendio es una evidencia del «cambio climático», igual que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. El Ejecutivo sí se comprometió a «colaborar» con la recuperación de la zona cuando se extinga el fuego, según transmitió Sánchez al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.
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