Muchas gracias, Pedro
Dolorosa es la tarea de escribir una necrología, y ardua además si el espacio disponible es breve y la ocasión idónea para extenderse. Nos ha dejado Pedro Zaragoza Orts, pero su impronta permanecerá
Dolorosa es la tarea de escribir una necrología, y ardua además si el espacio disponible es breve y la ocasión idónea para extenderse. Nos ha dejado Pedro Zaragoza Orts, pero su impronta permanecerá indeleble en todos aquellos que tuvimos la fortuna de conocerle.
Es de ... justicia, en este momento, darle las gracias. Gracias por ser como ha sido hasta el último suspiro: amigo de sus amigos, austero, de mentalidad amplia y abierta, honesto y siempre leal a sus principios e ideales. La memoria es frágil y ello conlleva olvidos indecentes. A Pedro no sólo Benidorm le debe mucho, sino también España, pues nuestra primera industria, ese turismo que hoy nos proyecta en el mundo, en gran parte es cosecha de su visión perspicaz e intuitiva.
Pero por encima de todo estaba el hombre. Capaz de generar amor entre todos cuantos le conocían, y especialmente en su esposa, María, perpetua y fiel compañera y confidente.
El respeto y devoción que siempre han sentido por él sus amigos y familiares se refleja, de forma distintiva, en su hijo Quico, entusiasta de su padre, al que desde estas líneas manifiesto mi profundo duelo con el abrazo del amigo incondicional.
Pedro, ferviente adicto a la familia y a su confesada amante Benidorm, se levantó cientos de veces tras los golpes de la traición, y sin embargo no fue capaz de guardar un ápice de rencor. Pedro creía en el ser humano, y con tal ideal vivió y nos legó su mejor enseñanza: la de la integridad bajo cualquier circunstancia.
He sido uno de los muchos afortunados que he podido degustar sus palabras y su afecto. Haber tenido esa oportunidad me hace feliz, y por eso sé que, donde esté, me aguardará con una copa de vino, siempre a disposición de quien quisiera visitar su bodega.
Descanse en paz.
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