El final del estado de alarma divide de nuevo la postura de la Generalitat Valenciana frente al Gobierno central

[La Generalitat Valenciana prorrogará las restricciones por el coronavirus más allá del estado de alarma]

Preguntado este miércoles por este asunto, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , ha quitado hierro a la cuestión y ha defendido que «lo más importante» es que se tomen «las medidas adecuadas» para gestionar la situación epidemiológica, aunque «sin ninguna relajación ni ningún paso atrás», porque «no estamos para relajaciones».

«Más allá del marco normativo, lo que hay que tener es una vocación clara de prevención , de políticas preventivas, y de buscar aquello que es fundamental para la ciudadanía, la seguridad. Nosotros, antes del estado de alarma, ya tomamos una serie de medidas restrictivas que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana nos avaló », ha apuntado Puig, alineándose con la tesis de Moncloa y evitando un choque con la decisión del dirigente socialista que la vicepresidenta y portavoz de su Gobierno sí ha puesto en duda.

Mónica Oltra ha rechazado la postura del Ejecutivo central porque «en estos tiempos no se pueden hacer planes a largo plazo» y si luego no se cumplen generan «más frustración e incertidumbre» entre la población «por mucho que pueda sonar bien».

« No soy muy amiga de decir lo que puede pasar de aquí a tres semanas , porque luego la realidad cambia y nos hace cambiar estas decisiones», ha argumentado la vicepresidenta de la Generalitat, aludiendo a que «es más útil y honesto decir a la gente que tomamos las decisiones conforme a la realidad» en un contexto muy volátil.

Por ello, Oltra ha abogado por que el Gobierno tome la decisión «cuando llegue el momento» y de verdad se conozca el efecto de las vacaciones de Semana Santa , teniendo en cuenta la tendencia al alza de los datos del coronavirus en la mayoría de territorios. En ese sentido, se ha alineado con el diputado nacional de su partido, Joan Baldoví (Compromís), en su postura de convocar una conferencia de presidentes autonómicos cuando decaiga el estado de alarma para tomar decisiones de forma conjunta: «Al final, el Estado se configura también con las comunidades autónomas. Todos somos estado y esta es una decisión de estado».

En la misma línea que Puig se ha pronunciado también desde la parte socialista del Consell la titular de Sanidad, Ana Barceló . La consellera, que ha recibido este miércoles la vacuna contra el coronavirus, ha explicado que la Comunidad Valenciana tiene «herramientas» suficientes para controlar la pandemia a través de las resoluciones que ya se utilizan, por ejemplo, para determinar el aforo en los locales.

Barceló ha reconocido que es «más cómodo» contar con el amparo del estado de alarma, pero ha añadido que la Ley de Salud de 1986 permite activar mecanismos con la obligación de que las decisiones adoptadas sean ratificadas por los tribunales , que hasta ahora han fallado a favor de su departamento en la mayoría de ocasiones.

«Tendremos que estudiar si, inclusive, podemos poner el toque de queda que entró en vigor antes del estado de alarma y nos fue también aprobado por el TSJ, o el cierre perimetral de ciudades o comarcas cuando aumente la incidencia», ha sostenido.

Por su parte, la líder del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig , ha pedido de nuevo este miércoles una reunión con Ximo Puig para saber qué decisiones tomará la Comunidad Valenciana a partir del 9 de mayo. Bonig ha reclamado al presidente autonómico «prudencia» y menos «ximoanuncios» sobre la llegada de vacunas.

La presidenta de los populares valencianos ha considerado necesario «modificar» la legislación para poder « conjugar dos derechos fundamentales , el de la salud en un momento de pandemia y el de movimiento, reunión y manifestación de los ciudadanos». «Es fundamental que Puig explique qué piensa hacer, cuál es su plan y que solicite una conferencia de presidentes porque todas las autonomías tienen el problema» y «necesitan normativa» si quieren llevar cabo «cierres» perimetrales con «más cirugía», ha insistido Bonig.