España no nos roba

A pesar de la existencia de incontables estudios que constatan la inviabilidad económica del proyecto soberanista catalán, las tesis del «agravio» han cruzado la frontera del Senia, donde Carles Puigdemont y Ximo Puig p royectan la creación de un «parque cultural» .

En la Comunidad Valenciana, Compromís está explotando un filón político que lo mismo le sirve para cargar contra el Partido Popular que contra el PSOE (su principal adversario político a pesar del pacto de conveniencia en la Generalitat).

«Estamos hartos de pagar y callar. Exigimos un trato justo» . Este ha sido el lema edulcorado de Compromís para protestar contra los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Unas cuentas en las que, conviene recordar, se han negado a hacer valer el peso de sus cuatro diputados en el Congreso para arañar inversiones para los valencianos. Coalición Canaria, con mucha menos representación, ha logrado un buen pellizco para las islas .

«El País Valenciano contra el expolio fiscal. Queremos la llave de la caja». Los sindicatos y partidos de izquierdas que acudieron a la llamada de Compromís este martes a las puertas de las Cortes Valencianas ya dan un paso más. Expolio fiscal y la llave de la caja . Dos argumentos miméticos a los que esgrime el independentismo catalán que ya están en la calle y en las redes sociales, lugares donde la izquierda ha demostrado ser capaz de hacer que calen sus mensajes.

En ese contexto, el Partido Popular ha cometido la torpeza de reducir las inversiones regionalizables en sus primeros Presupuestos sin mayoría absoluta y cebarse en el recorte en dos autonomías: Andalucía, donde no se escribe ni una línea al respecto, y la Comunidad Valenciana.

Pese a ello, ni existe expolio fiscal ni España roba a los valencianos, a la sazón españoles. La Generalitat ha podido abonar en los últimos años 21.000 millones de euros a sus proveedores gracias a que el Estado le ha permitido acceder a un dinero que le niegan los mercados. La Generalitat se ha ahorrado 1.600 millones de euros gracias a la reestructuración de la deuda facilitada por el Gobierno. Y la Generalitat dispondrá este año de 850 millones de euros adicionales para financiar la sanidad, la educación y realizar inversiones si finalmente se aprueban los Presupuestos Generales del Estado.

España ha superado una de las peores crisis económicas de las últimas décadas, que afectó con mayor virulencia a la Comunidad Valenciana, pero ha salvado los muebles. Las farmacias cobran las medicinas que dispensan, a los proveedores se les paga con cierta regularidad y los consellers de Hacienda ya no pasan la noche en vela pensando en si podrán pagar la nómina de los funcionarios.

Ahora bien, parece que ya ha llegado la hora de aprovechar el nuevo escenario económico para afrontar la reforma de un modelo de financiación que garantice los recursos necesarios a la Generalitat para afrontar el gasto social y apostar por infraestructuras competitivas y rentables como el Corredor Mediterráneo.