Cuatro diputados de Ciudadanos dejan el partido en Valencia entre críticas por las «cesiones al sanchismo»

En este caso, los hasta ahora diputados de la formación naranja Cristina Gabarda, Jesús Salmerón, José Antonio Martínez y Sunsi Sanchis han abandonado el grupo parlamentario en las Cortes Valencianas.

Martínez acababa de ser nombrado portavoz adjunto y Sanchis entró en el parlamento autonómico hace pocas semanas en sustitución de Toni Cantó cuando éste dejó el partido por sus discrepancias con la gestión de la dirección nacional con Inés Arrimadas a la cabeza y dio el paso a los política madrileña de la mano del PP.

La concejala de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castellón Paula Archelós y la única edil de la formación con la que cuenta el consistorio de Burriana , María Jesús Sanchis, también han anunciado en sus cuentas de Twitter que abandonan el partido .

Los cuatro diputados de Ciudadanos han anunciado su marcha en una carta que han firmado y publicado en sus redes sociales. En la misiva, señalan que «desde hace más de un año, con la nueva dirección del partido» , han observado «como Cs ha ido abandonando esos principios liberales» que les llevaron a sumarse al proyecto. «Hoy vemos cómo se confirma el giro ideológico de Cs para seguir siendo una muleta del sanchismo», han agregado.

Los cuatro diputados abandonan el grupo y pasan al de no adscritos en el Parlamento regional, para «seguir trabajando y defendiendo en libertad los intereses de todos los valencianos desde nuestros principios y valores».

El grupo de Ciudadanos, liderado por Ruth Merino tras la marcha de Toni Cantó, se queda ahora con catorce diputados y pasa a ser la cuarta fuerza política en las Cortes Valenciana, por detrás de Compromís que tiene diecisiete escaños.

En un comunicado, la formación naranja ha solicitado a Gabarda, Salmerón, Martínez y Sanchis que entreguen el acta «en virtud del compromiso suscrito» con el partido . En ese escrito, Ciudadanos «lamenta, condena y rechaza este tipo de comportamientos tan lamentables como vergonzosos por parte de quienes degradan la política a los niveles más ínfimos, cuando ponen los escaños que han recibido en virtud de unas siglas comunes al servicio de intereses personales faltando el respeto a todos los afiliados de este proyecto que siguen trabajando por el mismo».