ERC y la CUP llegan a un acuerdo que incluye retirar el 'foam' a los Mossos y otro referéndum secesionista

A la espera de un acuerdo entre ERC (33 diputados autonómicos de 135) y Junts (32), todo indica que Aragonès tiene cerrado ya un acuerdo con la CUP (9) para su investidura, cuya primera fecha límite finaliza el viernes, antes de que el reloj de una repetición electoral empiece a contar (dos meses). De momento sería «un preacuerdo», según ERC y la CUP, al que las comisiones negociadoras de ambos partidos habrían llegado en las últimas horas, traspasando así la presión a Junts, formación que en los últimos días deslizó la seguridad de llegar a un acuerdo con ERC pero sin prisas para ello.

Lo más relevante del «preacuerdo» es que introducirán «cambios en la gestión del orden público». Se centrarán en «un cambio en las actuaciones policiales en el orden público de manera que, mientras no se publiquen los protocolos (de actuación de los Mossos, cuya revisión está anunciada), se suspenda el uso de proyectiles de 'foam' por parte de los cuerpos policiales en Cataluña», señaló ERC en su comunicado. En las últimas marchas a favor del rapero Hasel, una manifestante perdió un ojo y podría haber sido por una bala de 'foam'. Además, ERC y la CUP acordaron crear una comisión de estudio en el Parlament sobre «el modelo de orden público en Cataluña».

Las negociaciones entre los de Aragonès y la formación antisistema, que presentó como cabeza de lista a Dolors Sabater en la cita electoral del 14 de febrero, también habría concluido con el compromiso de ambos partidos de «preparar las condiciones necesarias a lo largo de la legislatura para realizar un nuevo embate democrático, preferentemente en forma de referéndum». El «preacuerdo», sin embargo, permitiría a ERC mantener su apuesta de negociación con el Gobierno de España, en la llamada «mesa de diálogo» al margen de la Comisión Bilateral y el Congreso, «para resolver democráticamente el conflicto de Cataluña con el Estado español».

ERC y la CUP también fijan como «prioridades» para la legislatura «defender el derecho a la vivienda» no solo dando respuesta a «la emergencia habitacional de forma inmediata», sino también para «poder generar un cambio de modelo a medio plazo». Igualmente, según ERC, tratarán de «evitar» los desahucios para las personas «en riesgo de vulnerabilidad», pero no concretan cómo hacerlo.

Otro de los temas que se encuentra en el «preacuerdo» hace referencia a «las políticas de salud». ERC y la CUP se marcan «como objetivo» para la legislatura autonómica que debe arrancar con la investidura de Aragonès que la Atención Primaria se lleve el 25 por ciento del presupuesto de la Consejería de Salud, ya que consideran que la Atención Primaria debe reforzarse y situarse «en el centro del sistema».

El «preacuerdo», cuyas líneas principales se dieron a conocer este domingo, debe ser ratificado por la dirección de ERC y las bases de la CUP esta semana. Para ello, la CUP, según anunció ayer, ha convocado para el miércoles (día 24) a sus Asambleas Abiertas Parlamentarias de manera telemática, que se encargarán de debatir y, en su caso, aprobar lo acordado entre ambos partidos. El resultado lo darán a conocer el jueves. En estas Asambleas participan militantes de once organizaciones que a su vez integran la CUP. El «preacuerdo» de ERC y la CUP es fruto –recordaron los antisistema– de las reuniones de trabajo que han llevado a cabo en las últimas semanas.

Si finalmente se ratifica el acuerdo, Aragonès acerca su investidura al viernes. Para ello, Laura Borràs (Junts), presidenta del Parlamento de Cataluña, tiene que convocar un pleno de investidura, tras llevar a cabo una consulta con los líderes de los grupos parlamentarios –contacto que puede ser telefónico– y valorar si, primero, hay un candidato, y segundo, tiene un respaldo inicial con opciones de salir elegido presidente de la Generalitat. A la espera de esta convocatoria, Aragonès traslada a Junts la presión para acordar, como desde 2015, un pacto de gobierno entre los independentistas.