Rufián califica como «señoritos» a Junts por la reunión de Puigdemont con el Kremlin y Sànchez le llama «miserable»

Tras conocer la reunión en Suiza, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, se despachó a gusto contra Junts, a los que calificó de ser unos «señoritos». Lo hizo en respuesta a los periodistas en la Cámara Baja y para desmarcar a ERC de las negociaciones que Junts llevó a cabo con los enviados de Putin. «Creo que –los de Junts– son señoritos que se paseaban por Europa reuniéndose con la gente equivocada porque así, durante un rato, se creían James Bond», indicó.

Sus palabras provocaron una catarata de respuestas, principalmente en las redes sociales de internet, por parte de dirigentes y personalidades de referencia del secesionismo que salpicaron directamente al Govern catalán. Rufián, además, valoró este tipo de encuentros con gerifaltes rusos, iniciativa que comparte todavía el jefe de la Oficina del ex presidente autonómico catalán, Josep Lluís Alay, como de «una frivolidad terrible» y cuyo objetivo era, en su opinión, «hacerse un selfi en según qué despachos».

El líder de ERC en Madrid aseguró que estas amistades no vinculan a los de Oriol Junqueras y «nunca ha representado nuestra línea de política internacional reunirnos con sátrapas», en referencia al presidente de Rusia.

Las palabras de Rufián causaron un incendio en el Govern catalán, cuyo presidente, Pere Aragonès (ERC), trata por todos los medios de mantener cohesionado un ejecutivo bipartito con consejeros mirándose con recelo. Ni 15 minutos después de que las palabras del portavoz de ERC en el Congreso corrieran por Twitter, Jordi Sànchez, secretario general de Junts, descalificó a Rufián definiéndolo como un ser «ignorante» y un «miserable».

«¿Es posible ser más ignorante? En todo caso es imposible ser más miserable. Y es indiscutible que quien habla así se convierte de hecho en portavoz oficial de las cloacas del Estado y de la burbuja de la derecha mediática. Así no, Gabriel Rufián», dejó por escrito Sànchez, dando carta de naturaleza a las acusaciones de Rufián, echando gasolina a la crisis y reflejando la incomodidad de Junts con el asunto de fondo, que sitúa al independentismo catalán en la órbita de Putin.

Este mensaje de Sànchez en Twitter fue rebotado por Puigdemont, quien retuiteó también opiniones de Elisenda Paluzie, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), y Albano-Dante Fachín, ex diputado autonómico de Podemos y ahora en la órbita de Junts. Ambos se mostraron muy críticos con Rufián. La presidenta de la ANC acusó al portavoz de ERC en el Congreso de haber cruzado «líneas rojas» y de llevar un tiempo «contribuyendo al relato que criminaliza al independentismo».

Poco después del mensaje de Sànchez, Jordi Puigneró (Junts), vicepresidente y consejero de Políticas Digitales y Territorio, es decir, el número dos de la Generalitat, contactó con Aragonès, vía mensaje de móvil, trasladándole el «enfado» del partido de Puigdemont por las palabras de Rufián, según apuntaron fuentes oficiales del equipo del vicepresidente autonómico a ABC. Así, Putin abrió una nueva crisis en el seno del Govern.

Por si fuera poco, desde el grupo de Junts en el Parlamento de Cataluña se exigió a ERC que se desautorice a Rufián. Fue Albert Batet, presidente de los de Puigdemont en la cámara de Barcelona, el encargado de pedir durante una rueda de prensa la rectificación urgente de las palabras del portavoz de ERC en Madrid.

«Su tono despectivo no es propio de la política, en el fondo y en las formas. Y me estoy conteniendo. En política no todo vale», apuntó Batet, utilizando las mismas palabras que Rufián al asegurar que se estaba «conteniendo» para no ser más duro con sus socios de gobierno. Por último, Batet pidió la comparecencia del portavoz de ERC en el Congreso «para que aporte esta supuesta información que tiene y para saber de dónde procede».