El máximo ejemplo de esta hostilidad quedó patente ayer, cuando la Assemblea anunció que los políticos independentistas no tendrían un espacio especial de «invitados» en la manifestación del 11-S , «Diada» de Cataluña y día de máxima importancia en la agenda independentista. «Están invitados, pero deberán ir a la manifestación como todo el mundo», afirmaron desde la ANC .
La decisión de la Assemblea no ha sentado muy bien a parte del «establishment» secesionista, que se ha tomado este veto como un ataque. Así, dos exconsejeros de ERC , Josep Huguet y Anna Simó (esta última imputada por su papel en el Parlament en las semanas previas al referéndum ilegal del 1-O) no asistirán a la famosa manifestación organizada por la ANC.
Campaña «anti-ERC»
«No iré a una manifestación que por primera vez una panda de exaltados quiere convertir en un aquelarre purificador contra los traidores. O bien antes del 11 esta música antipartidos y, especialmente, anti-ERC para, o hasta luego . Y llevo manifestándome desde los inicios de los 70», ha afirmado un encendido Huguet (exconsejero de Empresa). A su vez, Simó, procesada como miembro de la Mesa del Parlament en la causa del 1-O, ha recogido el apunte de Huguet y ha añadido: «He tomado la misma decisión después de más de 30 años».
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