Jordi Magentí mató a su exesposa por sorpresa con un rifle para cazar jabalíes

A las 16:15 del 4 de diciembre de 1997, Magentí esperó a su exesposa en un Citroën Saxo que aparcó estratégicamente entre un tractor y una furgoneta de esa pequeña localidad de Gerona para evitar ser visto por Pepita, su objetivo. Cuando la vio pasar, salió rápidamente del coche, la llamó por su nombre y le disparó repetidamente, impidiendo con su actuación por sorpresa cualquier reacción defensiva de la mujer, que no pudo ni huir .

Según la sentencia del juicio -a la que ha accedido ABC-, Magentí disparó un total de cuatro proyectiles contra el cuerpo de su exesposa, algunos de ellos de gran calibre, que se utilizan habitualmente para cazar los jabalíes que abundan en la província de Gerona.

Uno de los proyectiles penetró el tórax de Pepita destruyendo su pulmón y otro lo propulsó contra el abdomen lesionando el hígado y las vísceras de la mujer . Según los forenses, el cuerpo de la exesposa de Magentí no resistió la embestida de odio de su exmarido y falleció inmediatamente mientras varios vecinos empezaban a arremolinarse a su alrededor para intentar auxiliarla.

Los testigos presentes en el momento del asesinato aseguraron que Magentí reconoció de inmediato haber matado a su exesposa. Hoy, en cambio, el acusado por acabar con la vida de dos jóvenes en el pantano de Susqueda, imploraba clemencia ante los periodistas mientras proclamaba su inocenci a desde las mismas calles en las que hace veinte años mató a su exesposa.

La sentencia que condenó a Magentí reconocía la existencia de atenuates porque en el momento en el que se cometieron los hechos, el exmarido de Mª Josefa tenía «afectada su capacidad volitiva» , lo cual disminuyó de forma «leve» su capacidad para controlar sus actos. Finalmente, Jordi Magentí Gamell salió de prisión en libertad condicional en 2009, tres años antes de que finalizara su condena de 15 años que le impuso la Audiencia de Girona por el asesinato confeso de su expareja.