El artista del Paleolítico que retrató bucardos y anticipó el logotipo hace 14.000 años

Porque a pocos metros del lugar en la que aparecieron en verano de 2020 algunos huesos de Linya, uno de los pocos restos humanos descubiertos del Paleolítico Superior, se ha localizado ahora un nuevo tesoro del patrimonio arqueológico catalán: una plaqueta de hace 14.000 años con grabados por ambos lados. Se trata, destacan los investigadores, del primer registro arqueológico de estas características identificado en un yacimiento del Prepirineo catalán. «Esta representación artística identifica un nuevo elemento singular que viene a sumarse al rico y amplio registro arqueológico que en los últimos veinte años está proporcionando la investigación en este yacimiento, clave en el actual desarrollo de la arqueología de Cataluña», subraya Rafael Mora, director del CEPArq y catedrático del Departamento de Prehistoria de la UAB.

El grabado, tras el escaneado 3D

La roca de Santa Linya

En la plaqueta, una roca margo-calcárea de 11 centímetros de largo y 8 de ancho, los arqueólogos detectaron un conjunto de líneas finas y espesas que tras las que se adivinaba un conjunto de trazos intencionados. Ahí están el lomo y las extremidades de lo que los investigadores identifican como un animal en reposo. «Los grandes cuernos que exhibe identifican a un macho de bucardo o herc, la cabra propia del Pirineo extinta el año 2000», constatan desde el CEPArq-UAB. Además, añaden, el autor del grabado habría intentando aprovechar algunas de esas líneas para dibujar un segundo ejemplar de bucardo erguido sobre sus extremidades posteriores.

La roca, que además de grabada también fue transportada desde otro lugar (el material no concuerda con los de la Cova Gran), reproduce en su cara B lo que a primera vista parece un simple garabato pero que es en realidad una representación de la propia cueva. A un lado, la silueta de la bóveda del abrigo. Al otro, el cauce del torrente de Sant Miquel. «Encontramos elementos y recursos visuales con los que narrar historias o concretar espacios que denotan que la persona o personas que los ejecutaron eran inteligentes y técnicamente diestras, y que combinando escasas líneas eran capaces de generar visualizaciones con un alto contenido empático que hemos podido descodificar miles de años después», apunta Jorge Martínez-Moreno, investigador del CEPArq-UAB .

La reproducción de la Cova Gran

Según los responsables del hallazgo, la plaqueta es especialmente sorprendente por contener un «truco visual» como el de superponer dos figuras de bucardo para reproducir un movimiento «muy raramente utilizado en grabados sobre piedra» y también por la propia representación de la Cova Gran, con una economía de trazos que, aseguran, «recuerda el diseño de un logotipo actual«.

El hallazgo, presentado este jueves en el Museo de Lérida, pone de relieve el rol central que proporciona el registro material recuperado en la Cova Gran de Santa Linya en la investigación de las fases más antiguas del poblamiento humano en el nordeste de Iberia.