«Actué como yerno de los Tous y para defenderme, no para atacar»

Y ésta sólo ha sido una de las muchas contradiciones en las que ha incurrido respecto a lo dicho durante la instrucción del caso. «Como familiar, uno tiene derecho a ayudar a su familia. Yo actué como yerno, sufriendo por la vida de mis suegros», ha afirmado para justificar que la tarde autos acudiera raudo, y pistola en mano, a la casa de sus suegros, en Sant Fruitós de Bages (Barcelona) tras ser alertado de la presencia de ladrones por el vigilante apostado en una garita de seguridad sita en la misma finca.

Sufría por la vida de sus suegros, Rosa y Salvador, pese a que admitió que sabían que no estaban en casa. Colindante con la finca de sus suegros está el chalé donde vive uno de los cuñados de Corominas, Ignasi, junto a su mujer, Rosa, y el hijo de ambos. «Rosa se quedó en mi casa, pero no sabía seguro si Ignasi y su hijo estaban en la suya», ha alegado Corominas, aunque al llegar al lugar de los hechos, como quedó grabado por las cámaras de seguridad, ni tan siquiera fue a ver la casa de su cuñado. Además, en su declaración ha afirmado que f ue su cuñado Ignasi quien guió a la primera patrulla de Mossos que apareció tras los disparos, «porque se habían perdido».

Cuando Corominas se plantó delante de la casa de sus suegros, tras saber que los Mossos «aún no habían llegado», se dejó ver pistola en mano «para dar miedo» a los ladrones. Luego, el vigilante de la garita, Julio, le informó por las cámaras veia un coche parado, un Renault Mégane, el mismo vehículo que las mismas cámaras habían registrado tres días antes en otra incursión de los ladrones por la finca de los joyeros, y se fue para allí con su coche.

Tras gritarles el alto y no entenderles —hablaban en extranjero—, Corominas creyó ver una pistola en las manos del conductor, Sinani Gazmendi, y disparó dos balazos. « Vi un movimiento brusco y creí que iba a morir. Fue el instinto, me vi muerto e intenté defenderme, nunca atacar», ha dicho . Una de las balas dio en la cabeza a Gazmendi y le mató; la otra, impactó en el coche. El copiloto, Duji Kosum, que actualmente se encuentra huido de la justicia, salió ileso y quedó detenido tras ser encañonado por Corominas hasta que llegaron los Mossos.

El yerno de los Tous ha declarado que cuando se acercó al coche de los ladrones creía que no había nadie —«lo juro por mis hijas»— y que se acercó para «evitar que huyeran», con ánimo de inutilizar el vehículo. Ante el juez instructor, sin embargo, aseguró que fue al coche de los ladrones pensando que habían una pareja festejando, «para alertarles que se fueran, que había peligro». En este sentido, una frase que el vigilante dijo a Corominas por teléfono —«¿Sí? Ja, ja, qué cabrón. Quédate ahí fuera armado ¿eh?»— sugiere que Corominas se acercó al Mégane alertado de que estaban allí los ladrones y con malas intenciones.

A la única pregunta formulada por el jurado, Corominas ha respondido que «no era consciente» del acto que cometió y que está «muy arrepentido». No obstante, ha transmitido rencor cuando se negó a contestar al abogado de la familia de la víctima porque representa a alguien que «intentó hacer daño a mi familia».