La Guàrdia Urbana desaloja la acampada «indepe» sin apenas resistencia

Esta vez, del desalojo se ha ocupado la Guàrdia Urbana , mientras que los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han sido quienes han mantenido el perímetro de seguridad. En esta ocasión, los papeles han sido intercambiados entre los dos cuerpos policiales.

A partir del desalojo, los operarios municipales y los agentes de la Guàrdia Urbana han comenzado a retirar las tiendas y toda la intendencia de un campamento que ya estaba en un estado decrépito.

Pasadas las dos de la mañana, los acampados decidieron abandonar definitivamente la plaza, llevándose consigo en carros de supermercado las provisiones que todavía les quedaban.

Los poco más de cien acampados que resistían ayer en sus tiendas en protesta por la sentencia del «procés» temían, de hecho, el inminente desalojo . Lo que empezó siendo una acampada estudiantil, eran ya en los últimos días una retahíla de tiendas desordenadas, cartones, pancartas reivindicativas y suciedad por todas partes.

El perfil de los acampados tenía ya poco que ver con el de los estudiantes independentistas que se instalaron el pasado 30 de octubre en la plaza Universitat para protestar contra la sentencia del «procés». Poco a poco, los anarquistas y antisistema se han ido apoderando del territorio, no sin tensiones.

Los incidentes, además, se sucedieron durante los últimos días, incluyendo una supuesta agresión sexual de madrugada a una chica, de la que todavía no se ha presentado denuncia. También hubo el robo de 30 vallas y de un inodoro a una empresa constructora, que los Mossos d’Esquadra detectaron finalmente que estaban siendo utilizados en la acampada.

Desde que las juventudes de ERC y la CUP decidieran hace diez días abandonar el barco , el campamento había experimentado un proceso de degradación considerable.