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Celestino Corbacho - Tribuna abierta

Generalitat inactiva

No hay una democracia fuerte sin un parlamento dinámico y con una actividad permanente

Nunca como en los últimos tiempos en Cataluña había habido una inactividad gubernamental y parlamentaria como la actual.

Una sequía legislativa que si se cumplen los propósitos expresados por los partidos que dan soporte al Govern de la Generalitat nos llevará a hacer de septiembre un mes inhábil parlamentariamente. Durante estos últimos meses solo hemos asistido a ver cómo el Govern un día y otro también no se cansa de hacer soflamas y declaraciones sobre un futuro que ahora se presume que será telemático y virtual. Hemos visto la última ocurrencia del conseller Puigneró de hacer una república digital cuya sede estaría me imagino que en «La Nube», o escuchado a la consellera Artadi hablar del juez Llarena, y de lo malvado que es el Estado español y que poco democrático es, como si el gobierno al que ella pertenece se caracterizara por ser un gobierno neutral y al servicio de todos los ciudadanos piensen lo que piensen.

Ya hemos podido ver también cómo se han dado instrucciones a los Mossos d’Esquadra para que identifiquen a los ciudadanos que retiran de la vía pública los lazos amarillos. La pregunta que surge es: ¿harán lo mismo con los que los ponen? Mientras tanto la sanidad continúa deteriorándose sin escucharse por parte del Govern qué planes tiene para mejorar este servicio tan importante para todos los ciudadanos independientemente de lo que cada uno piense. ¿Hasta cuándo tanta inactividad del gobierno de Quim Torra? Los parlamentos además de ser uno de los pilares de la democracia tienen la misión de promover iniciativas legislativas, dar impulso a la acción del gobierno y controlar a este en su gestión, siendo así uno de los tres pilares del estado democrático.

Cuando se les somete a un letargo, pierden parte de su propia razón de ser, devaluando con ello la calidad democrática de la que tanto habla el soberanismo. No hay una democracia fuerte sin un parlamento dinámico y con una actividad permanente. Proponer que el Parlament ha de tener una función limitada es hacerle un flaco favor.

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