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La cicatriz abierta de Hipercor

Una exposición conmemora el trigésimo aniversario del brutal atentado y coloca en el centro del relato a las víctimas

Manifestación de repulsa contra el atentado frente a Hipercor EFE
David Morán

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Los relojes se pararon en seco cuando pasaban ocho minutos de las cuatro de la tarde del 19 de junio de 1987 y vuelven a hacerlo ahora en una fatídica cuenta atrás encuadrada en un gran tela negra. Sólo números y una ... fecha para congelar el tiempo y recordar el momento exacto en el que un Ford Sierra rojo cargado con 200 kilos de amonal gasolina, escamas de jabón y pegamento explotaba en la primera planta del parking del Hipercor de Barcelona. ETA, que ese mismo año ya había firmado otros cuatro atentados en Cataluña y se había cobrado dos vidas –la del Guardia Civil Antonio González Herrera y la del mecánico Juan Fructuoso Gómez–, perpetraba así su peor matanza. En total, 21 muertos y 46 heridos en uno de los episodios más oscuros de la negra historia de la banda terrorista.

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