Rull baraja aplazar la investidura de Illa si Puigdemont es arrestado

Desde el momento en que Rull tomó posesión del cargo defendió y aseguró que a Puigdemont no se le detendrá en la cámara autonómica y en ello puso a trabajar al secretario general, Albert Capelleras, que revisó un protocolo de actuación para el caso de que la policía se presente en la sede del Parlamento de Cataluña.

Noticia Relacionada

La Policía quiere evitar que el probable arresto de Puigdemont se convierta en un espectáculo

Pablo Muñoz

No se esperan grandes movilizaciones, pero puede haber momentos «desagradables»

El objetivo de Rull es preservar el hemiciclo y «la planta noble» del edificio de cualquier actuación judicial. Es decir, de una posible detención 'en caliente', una opción que para este caso es poco probable ya que se podría poner a Puigdemont a disposición del juez en cuanto el líder de Junts saliese del edificio del Parlamento catalán, si no se le ha retenido antes.

El protocolo de actuación recoge qué han de hacer los ujieres y el resto de funcionarios en caso de que se presenten agentes de la policía con alguna orden judicial concreta. Este documento se redactó en agosto de 2017, bajo el mandato de Carme Forcadell (ERC), en el momento de mayor éxtasis secesionista del 'procés' y por si era necesario ante el último envite independentista que se estaba planeando, como así fue en septiembre, los días 6 y 7, con la aprobación de las llamadas «leyes de desconexión».

Casi siete años después, a la espera de lo que finalmente haga y consiga el expresidente autonómico fugado de la Justicia española, Rull moverá ficha. Una opción sería la de aplazar el pleno de investidura de Illa, cuya fecha oficial se conocerá este martes, tras la ronda de contactos del presidente parlamentario con los líderes políticos. Sería una suspensión temporal de unos días hasta que fuera puesto en libertad.

Jéssica Albiach (Sumar) dijo este fin de semana que los comunes no verían mal esta opción si se produjera la detención de Puigdemont. Pero nadie puede asegurar, hoy, que su puesta en libertad sería antes del 26 de agosto, fecha en la que finaliza el plazo para la elección de un nuevo presidente.

«La hipótesis de una detención del presidente y diputado Carles Puigdemont es una cuestión de una anormalidad excepcional, que deberíamos afrontar en consecuencia. No es normal que uno de los diputados pueda ser detenido. Ante esta anormalidad veremos los caminos adecuados, no quiero anticipar escenarios, pero el único escenario que no contemplo es la pasividad», apuntó hace unos días Rull. En Junts solo esperan la señal de Waterloo para poner en marcha la operación vuelta a Cataluña.