Colau denuncia malos tratos de Israel tras la interceptación de la Flotilla
La exalcaldesa de Barcelona y el concejal de ERC Jordi Coronas niegan haber reconocido su entrada ilegal en el país
Albares anuncia la llegada de 21 españoles de la flotilla
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Barcelona
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Iniciar sesiónEntre pasajeros desorientados por la presencia de las cámaras, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el concejal de ERC en el Ayuntamiento de la capital catalana Jordi Coronas, aterrizaron ayer en el aeropuerto de El Prat, minutos antes de las once de ... la noche. Ambos, junto a otros 19 activistas, han regresado a España tras zarpar hacia Gaza a principios de septiembre con la denominada Flotilla, y pasar los últimos cuatro días en una prisión israelí tras ser interceptadas sus embarcaciones por el ejército del país. Así, ataviados con camiseta blanca y pantalón gris, la ropa que les dieron en la cárcel, tras los preceptivos abrazos con amigos, familiares e integrantes de sus formaciones, llegó el turno de las declaraciones. «Ha sido un viaje muy difícil, con un final complicado», fueron las primeras palabras de Colau, antes de denunciar que el arresto «en aguas internacionales» se trató de un «secuestro» y que durante su estancia entre rejas sufrieron «maltrato». A lo que precisó que «eso no es nada comparado con lo que sufre el pueblo de Palestina cada día».
La exedil señaló que contaban con la posibilidad de ser interceptados por Israel en su travesía, pero no con la «agresividad» y las humillaciones posteriores. «Llegamos a un puerto, nos hicieron bajar de los barcos, nos esperaban centenares de policías muy agresivos, muy violentos». Horas de rodillas y con la cabeza contra el suelo, gritos, insultos, arrancando prendas de ropa, ha denunciado Colau, ante tales «actos de arbitrariedad contra personas pacíficas».
Tras el arresto los trasladaron hasta una prisión de máxima seguridad, donde algunos de los integrantes de la Flotilla no recibieron medicación, pese a padecer enfermedades crónicas. Eso sí, ante esta situación Colau subrayó que «lo más importante es parar el genocidio y abrir corredores humanitarios», tras celebrar las diferentes movilizaciones tras la interceptación de las embarcaciones por parte del Ejército de Israel, el pasado 1 de octubre.
Finalmente ayer, 21 de los 49 tripulantes regresaban a España. Para poder hacerlo, ni Colau, ni Coronas firmaron el documento en el que debían admitir que habían intentado entrar de forma ilegal en Israel, según indicaron. En el caso del republicano, puntualizó además que fue un agente quien falseó su firma, minutos antes de tomar el avión. «Cuando hemos pedido leerlo, además de asumir que éramos capitanes de los barcos, [el texto] decía que éramos conscientes de haber entrado ilegalmente en territorio de Israel, y que incautaban las embarcaciones. Cuando nos hemos negado a firmarlo, lo que han hecho ha sido cerrar la puerta y los propios policías han firmado los documentos en nuestro nombre», ha apuntado.
Por su parte, Colau precisó que ella rubricó sólo su deportación, ya que se trataba de de «papeles distintos». «Hay uno, del que nos informaron a todos a la llegada a puerto, donde Israel plantea el reconocimiento de que habíamos cometido el acto ilegal de haber entrado en sus aguas. Como pensamos que es mentira, ninguno lo firmó. Pero había un segundo documento sobre si aceptabas la deportación. Sobre ese nos organizamos, y decidimos que una parte lo firmaría para salir y explicar lo que estaba pasando, y otros no, para quedarse unos días y seguir haciendo presión desde dentro. Formaba parte de la acción coordinada».
Una precisión de ambos después de que la CUP explicase, vía comunicado, que tanto la presidenta de su grupo en el Parlament, Pilar Castillejo, y el miembro de la dirección del partido Adrià Plazas, seguirían detenidos tras haberse negado a rubricar un documento que «implicaba asumir que habían intentado entrar de forma ilegal en el estado sionista de Israel, algo que es del todo incorrecto». Por ello, apuntaron que seguirían «ejerciendo presión internacional» desde la cárcel de Ketziot.
Colau fue detenida por las fuerzas israelíes durante el asalto al buque Sirius, que se dirigía hacia Gaza y en el que también viajaba Serigne Mbayé, de Podemos, o la activista sueca Greta Thunberg. Por su parte, Coronas estuvo al frente del Bribón, embarcación que, durante años, en sus sucesivas versiones, capitaneó el Rey Don Juan Carlos. Finalmente, el barco no zarpó de la capital catalana por su mal estado, y el republicano se puso entonces a los mandos del Adara.
El primer grupo de españoles detenidos por Israel, entre los que estaban Colau y Coronas, llegó a Madrid-Barajas en un avión comercial, procedente de Tel Aviv. Tras aterrizar, los deportados de origen catalán tomaron un vuelo hasta Barcelona, donde los esperaban entre otros, el líder de ERC, Oriol Junqueras, así como la secretaria general del partido, Elisenda Alamany, y la eurodiputada Diana Riba. También la presidenta de los 'comuns' en el Parlament, Jéssica Albiach; y decenas de activistas propalestinos, con banderas y pañuelos.
Los otros 28 españoles, que se han negado a firmar la orden de extradición, siguen incomunicados a la espera de comparecer ante el juez, que deberá ratificar la salida forzosa del país. Varios de ellos han iniciado una huelga de hambre.
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