Nueve de cada diez familias atendidas por Cáritas Barcelona han tenido que reducir su gasto en alimentación
Más de un 40% de personas en situación vulnerable no pueden seguir una dieta adecuada, según un informe de al entidad
Daniel Ferran
Barcelona
El impacto de la inflación afecta a todos los ciudadanos, pero en especial a las personas más vulnerables, a las que el aumento del coste de la vida se suma a la crisis por la pandemia. Según el último estudio de Cáritas Diocesana ... de Barcelona, presentado este miércoles, nueve de cada diez familias que atiende han tenido que recortar el gasto en comida a causa de la inflación, lo que implica que el 65% ha dejado de comprar productos frescos y que, por ello, el 43% de estos hogares no pueden seguir una dieta básica.
Desde la organización muestran su preocupación por los datos que desvela su informe. «Hemos vivido tres crisis en estos últimos años: gran recesión, Covid-19 e inflación. Y a día de hoy no se tienen los instrumentos para salir de una crisis que deja unos niveles de pobreza y desigualdad muy elevados», explica el presidente de Cáritas Barcelona, Salvador Busquets.
La jefa de análisis de Cáritas Barcelona, Miriam Feu, ha hecho hincapié en la subida de precios que ha habido por la inflación. «Las personas con menos recursos dedican 15 euros más de cada 100 en vivienda y comida respecto al año anterior», ha detallado, mientras que en los más acomodados tan solo han aumentado su gasto tan solo 6 euros de cada 100 en las mismas necesidades.
También ha recordado que, de los hogares que ayuda Cáritas, la mitad de ellos (4.000) tiene problemas para pagar los alquileres de sus habitaciones, que oscilan entre 350 a 500 € en función de la zona. La organización perteneciente a la iglesia católica ha recordado que dota a las familias de un espacio para poder hacer tareas domésticas y de cuidado, básicas para todos los hogares.
Busquets ha hecho diferentes propuestas para afrontar los resultados del informe. «La arquitectura social no ha sido preparada, por lo que son necesarias diferentes medidas sociales que consideramos esenciales: un ingreso mínimo y unas políticas de vivienda y de apoyo a la familia», ha incidido. Además, preguntado por si desde Cáritas son partidarios de regular el precio del alquiler como solución, ha defendido que «sería mejor construir una política de vivienda social como en el resto de Europa antes que regular un mercado (el inmobiliario) tan difícil de controlar». Asimismo, se ha mostrado favorable a regular ciertos aspectos del alquiler.
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